Mireya Lussón madre de la ex presa politica Iliana Curra ha fallecido . El velorio
será manana jueves de 6 pm a 10 pm en la funeraria Bernardo Garcia
Funeral Homes - 865 West 49th Street, Hialeah. Que descanse en paz y
Dios siempre ampare a sus hiijas y nietos.
Wednesday, May 30, 2012
Tuesday, May 29, 2012
Muere ex fiscal cubano Fernando Flores Ibarra -alias "Charco de Sangre'
Por Ivette Leyva Martínez
El ex fiscal cubano Fernando Flores Ibarra, quien ordenó el
fusilamiento de un centenar de cubanos en los primeros años de la
revolución de Fidel Castro, falleció en Santiago de Chile a los 82 años
.
Flores Ibarra murió de un paro cardíaco en su residencia de Barrio Alto el pasado 24 de mayo, confirmaron a Café Fuerte
fuentes cercanas a su familia. Desde hacía 15 años residía en la
capital chilena, donde estaba casado con su segunda esposa, una médico
chilena.
Conocido por el apodo de "Charco de Sangre", fue fiscal en los
tribunales revolucionarios y teniente fiscal del Tribunal Supremo de
Justicia, entre 1959 y 1963. Posteriormente fue designado como embajador
en Polonia, Yugoslavia, Ecuador, Francia y Suecia.
Pero el momento en que se ganó el apodo peyorativo fue a raíz de la
severidad con que juzgó a decenas de acusados en juicios sumarios a
partir de 1961, tras la fracasada invasión de Bahía de Cochinos.
Un hombre temido
Fue la época en que se convirtió en un personaje temido, que
acostumbraba a insultar incluso a familiares de los enjuiciados y los
amenazaba con enviarlos al banquillo de los acusados, de acuerdo con un
reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1963.
El 3 de mayo de 2001 el diario chileno La Tercera publicó una inusual entrevista con Flores Ibarra en respuesta al libro de memorias Nuestros años verde olivo,
del escritor chileno Roberto Ampuero, quien fue su yerno. Ampuero lo
retrató como el embajador Ulises Cienfuegos, que llega a apuntarle a la
cabeza para que se aleje de su hija.
En la entrevista, Flores Ibarra insultó a Ampuero por reflejarlo en
su libro, pero no se inmutó ante el apodo Charco de Sangre y admitió que
era posible que hubiera condenado a morir a un centenar de personas.
"No he contado para saber si fue esa cifra, pero ¡nunca me he
arrepentido. Esas muertes no me han quitado el sueño. Jamás he dejado de
dormir un minuto, ni siquiera una siesta. ¿Sabe por qué? La mortalidad
infantil en mi país es de sólo siete por cada mil habitantes. Es decir,
con la revolución le hemos salvado la vida a cientos de miles de niños.
También fusilamos gente, aunque no me jacto de eso", dijo entonces a la
prensa chilena.
En 1971 integró la delegación que viajó a Santiago de Chile para
preparar la visita de Fidel Castro durante el gobierno de Salvador
Allende, en noviembre de ese año.
Como embajador en Yugoslavia (1972-1980) se le atribuye un destacado
rol en el acercamiento de Fidel Castro y Josef Bros Tito de cara a la VI
Cumbre de Países No Alineados de La Habana en 1979.
Acusado de espionaje
En los años 80, su presencia como diplomático en Ecuador resultó
breve, debido a que el gobierno de Quito lo implicó en labores de
espionaje y respaldo financiero a grupos guerrilleros en la región
suramericana. Flores Ibarra lo negó, aunque sus vínculos con el aparato
de inteligencia cubano eran notorios.
Se retiró oficialmente del servicio exterior en 1994.
El ex fiscal admitió a La Tercera que coincidía con el
dictador chileno Augusto Pinochet al justificar la falta de libertades
con el argumento de que "estamos en guerra". Negó que tuviera
inversiones en Chile y aseguró que no pensaba radicarse en el país.
Pero poco después se reveló que el ex funcionario aparecía como
gerente general de la agencia de viajes Rumbos Cuba, radicada en
Santiago de Chile. En esa entidad figuraba como gerente general su
nieto, Fernando Roberto Ampuero Flores.
Las declaraciones de Flores Ibarra tuvieron gran repercusion en
Chile, donde fueron reflejadas ampliamente en los medios de comuncaciión
en el 2001.
Fallido encausamiento
La entrevista también desató una campaña de organizaciones de derechos humanos para encausarlo criminalmente.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba y la Asociación Justicia
Internacional y Libertad, representada por Jorge Masetti en París,
iniciaron acciones para la demanda, recopilando testimonios de unas 40
víctimas y sus familiares, pero apenas un mes después la iniciativa
legal se esfumó, porque Flores Ibarra se fue de Chile.
Eventualmente el ex fiscal regresó al país suramericano donde falleció. En el 2004 publicó su libro de memorias titulado Yo fui enemigo de Fidel,
donde narra una trifulca con Fidel Castro en la Universidad de La
Habana mientras ambos estudiaban Derecho a fines de los años 40, y dos
atentados en su contra en la década del 60.
Se cree que "Charco de Sangre" tenía negocios con Max Marambio, a quien defendió en la entrevista con La Tercera:
"Yo admiro a Max por su inteligencia, por su agresividad en los
negocios. No creo que haya hecho nada ilícito, por lo menos en Cuba".
Aseguraba que vivía de la pensión que recibía en Cuba y del salario
de su esposa, y siempre negó que se quedaría a vivir definitivamente en
Chile.
La prensa cubana no ha divulgado la noticia.
A Flores Ibarra le sobreviven su esposa chilena y cuatro hijas de su
matrimonio con Margarita Madan Rey: Margarita, Lourdes, Cristina y Luisa
Fernanda Flores Madan, además de un hijo adoptivo de su segunda esposa,
y varios nietos.
""DONDE
QUIERA QUE SE ESCONDAN LOS PERSEGUIREMOS.AUNQUE NOS CIERREN LAS PUERTAS
DE LA JUSTICIA, ALLI ACUDIREMOS PORQUE QUEDA PROHIBIDO OLVIDAR!!!!!"""
Noticias de Cuba
El Nuevo Herald
Publicado el 6 de junio de 2001 en el El Nuevo Herald
'Charco de Sangre' huye para evitar un debate
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
El ex fiscal cubano Fernando Flores Ibarra -alias "Charco de Sangre''--
abandonó Chile la pasada semana, pocas horas antes del arribo a ese
país suramericano de una delegación de activistas de derechos humanos
que realizan una campaña internacional para llevarlo a los tribunales.
Según dijeron ayer en Miami miembros de la comitiva que viajó a
Santiago de Chile, Flores Ibarra tomó un avión rumbo a La Habana para
evitar un debate público sobre su caso. Su esposa, de nacionalidad
chilena, permanece aún en el país.
"La primera batalla de
Flores Ibarra ya la perdió ante la sociedad civil chilena'', señaló el
activista Jorge Masetti, director regional de la Asociación Justicia
Internacional y Libertad (AJIL) para América Latina y Estados Unidos.
"Su imagen en Chile está totalmente destruida''.
Masetti formó
parte del grupo de activistas, integrado también por Luis Zúñiga y
Horacio García, directores de la Fundación para los Derechos Humanos en
Cuba (FDHC), y la ex prisionera política Caridad Roque, quien fue
condenada en un juicio sumario dirigido por Flores Ibarra.
"[Flores Ibarra] se negó a encarar una discusión sobre la legalidad de
los tribunales revolucionarios, pero los chilenos saben ya que el
exitoso hombre de negocios no es más que un vulgar sicario'', comentó
Roque, que cumplió 16 años de prisión en la isla.
Durante la
visita de tres días a Chile, los activistas de Miami fueron recibidos
por Sebastián Piñera y Pablo Longueira, líderes de los partidos
Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI),
respectivamente. Además sostuvieron varios encuentros con
parlamentarios, y fueron invitados al Congreso Nacional de Chile y a la
Cámara de Diputados.
Los visitantes llevaban la misión de
presentar el caso ante un grupo de abogados chilenos, quienes estudian
actualmente las posibilidades de un encausamiento criminal contra el ex
fiscal cubano, de 71 años.
El expediente incluye testimonios y
documentos relacionados con las víctimas de Flores Ibarra, a quien se
responsabiliza por el fusilamiento de unos 400 opositores al régimen de
Fidel Castro, entre 1961 y 1964.
"Encontramos allí un apoyo
extraordinario y una solidaridad a la que no estamos acostumbrados
durante este tipo de visitas'', expresó García.
Noticias de Cuba
El Nuevo Herald
Publicado el 6 de junio de 2001 en el El Nuevo Herald
'Charco de Sangre' huye para evitar un debate
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
El ex fiscal cubano Fernando Flores Ibarra -alias "Charco de Sangre''-- abandonó Chile la pasada semana, pocas horas antes del arribo a ese país suramericano de una delegación de activistas de derechos humanos que realizan una campaña internacional para llevarlo a los tribunales.
Según dijeron ayer en Miami miembros de la comitiva que viajó a Santiago de Chile, Flores Ibarra tomó un avión rumbo a La Habana para evitar un debate público sobre su caso. Su esposa, de nacionalidad chilena, permanece aún en el país.
"La primera batalla de Flores Ibarra ya la perdió ante la sociedad civil chilena'', señaló el activista Jorge Masetti, director regional de la Asociación Justicia Internacional y Libertad (AJIL) para América Latina y Estados Unidos. "Su imagen en Chile está totalmente destruida''.
Masetti formó parte del grupo de activistas, integrado también por Luis Zúñiga y Horacio García, directores de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), y la ex prisionera política Caridad Roque, quien fue condenada en un juicio sumario dirigido por Flores Ibarra.
"[Flores Ibarra] se negó a encarar una discusión sobre la legalidad de los tribunales revolucionarios, pero los chilenos saben ya que el exitoso hombre de negocios no es más que un vulgar sicario'', comentó Roque, que cumplió 16 años de prisión en la isla.
Durante la visita de tres días a Chile, los activistas de Miami fueron recibidos por Sebastián Piñera y Pablo Longueira, líderes de los partidos Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI), respectivamente. Además sostuvieron varios encuentros con parlamentarios, y fueron invitados al Congreso Nacional de Chile y a la Cámara de Diputados.
Los visitantes llevaban la misión de presentar el caso ante un grupo de abogados chilenos, quienes estudian actualmente las posibilidades de un encausamiento criminal contra el ex fiscal cubano, de 71 años.
El expediente incluye testimonios y documentos relacionados con las víctimas de Flores Ibarra, a quien se responsabiliza por el fusilamiento de unos 400 opositores al régimen de Fidel Castro, entre 1961 y 1964.
"Encontramos allí un apoyo extraordinario y una solidaridad a la que no estamos acostumbrados durante este tipo de visitas'', expresó García.
PROHIBIDO OLVIDAR
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