Friday, May 6, 2011

LA LEGIÓN DEL REGRESO. Por Agustín Tamargo


Todo parece indicar que este artículo de Agustín Tamargo fue plagiado por un periodista mexicano que ni se sabe si existe o no, Víctor Mona.

 

LA LEGIÓN DEL REGRESO.
Por Agustín Tamargo

Salen de una isla pequeña y se han diseminado por toda la tierra grande.
Uno, es profesor en una universidad de Australia;
otro, abrió en Alaska un restaurante.
Nada los arredra, ni el frío ni el calor.
Los seduce el trópico de la Florida
pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York.
No mendigan: trabajan.
Los que allá eran pobres, aquí son ricos.
Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio.
Ningún obstáculo sujeta su laboriosidad beligerante si la oferta es digna.
Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos.
Cambian, pero en la superficie.
En Miami, siguen jugando bolita, peleando gallos escondidos
y enviando los hijos a la escuela privada.
En Madrid, están contra José Luis Rodríguez Zapatero
y en Caracas, contra Hugo Chávez.
Siempre en la oposición.
Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira.
Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir
constituyen una legión empecinada que no se deje ignorar.
Traen la música calurosa, el ruido,
los frijoles negros y la palomilla con moros y maduros.
Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.
¿Quiénes son?
Son los cubanos del destierro,
la única población mundial trasplantada que (salvo los hebreos)
en un tercio de siglo no ha perdido su identidad.
Los que admiraban a Cuba desde lejos
como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana,
los que veían a Cuba como un milagro étnico y cultural
donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien,
ya no tienen que ir a Cuba para conocerla.
Aquí la tienen.
Esta es Cuba. Estos son los cubanos.
Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí.
Pero también vitales, intensos y profundamente creadores.
Qué no han hecho
en estos 46 años los cubanos del destierro para sobrevivir con dignidad?
¿Qué actividad manual o intelectual no han ensayado,
en éste o en aquel país, por complicada que pareciera,
para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar?.
En algunas de esas actividades
han llegado tan lejos que superan a emigraciones que los precedieron
 por cerca de medio siglo.
No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un médico cubano.
No hay periódico donde no haya un periodista cubano,
ni banco donde no haya un banquero cubano,
ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano,
 ni escuela donde no haya un maestro cubano,
 ni universidad donde no haya un profesor cubano,
 ni comercio donde no haya un manager cubano.
En las Grandes Ligas del béisbol el nombre de más color y brillo es el de un cubano.
 En Madrid, el primer poeta latinoamericano es un negro cubano.
En la Coca Cola, el presidente fue un cubano.
Hasta en el Congreso de Washington
se sienta en su modestia y en su eficiencia una cubana.
En las tierras prestadas el extranjero
parece llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde viene.
Los cubanos llevan a Cuba.
Pero la enaltecen y la honran, porque además de en la frente
la llevan en el corazón.
Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio,
superior aún a esa actividad profesional triunfante.
Y es su odio al despotismo del que huye, su amor a la tierra que dejó.
Eso lo separa y lo define.
Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo,
una grandeza que de otro modo no tendría.
¿Por qué, preguntan algunos,
no se acaban de quedar tranquilos los exiliados cubanos?
¿Por qué no aceptan de una vez que perdieron la batalla,
que Castro les ganó,
y que con los medios de que disponen nunca podrán vencer a la tiranía?
¿Por qué no acaban de afincarse definitivamente
en estas tierras hospitalarias que los han acogido y
 donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían allá?.
Los que preguntan no conocen a los cubanos.
El cubano sabe esto: aún teniéndolo todo,
si le falta Cuba, no tiene nada.
Sabe más todavía.
Sabe que esa prosperidad de que disfruta,
lejos de su isla hambreada y aterrada,
es en cierto modo una forma de traición.
Por eso, si se mira bien,
se verá que a veces parece que el cubano ríe,
pero en realidad está llorando.
Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad,
pero el cubano suspira:
¡Ah, si estuviera en Cuba!
Compra una casa, su auto, o su lancha, y sigue suspirando:
¡Ah, si los tuviera en Cuba!
De una manera misteriosa, que no puede definir,
hay un vínculo con aquello que tira de él hacia allá.
Ahora que la perdió sabe que no puede vivir sin Cuba,
y la sueña de noche, y le agiganta los valores, y la embellece y la idealiza,
y se culpa de no haberla entendido mejor,
y la recrea en sus cantos y bailes,
 y la revive en sus historias, en sus costumbres y en sus comidas.
¿Por qué compran hoy los cubanos más libros cubanos que nunca?
¿Por qué tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas,
llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de Martí?
¿Por qué escarban en la Historia?
¿Por qué redescubren a Guiteras y adquieren viejas colecciones de Bohemia?
¿Por qué se reúnen en los municipios borrando antiguos antagonismos de partido o clase?
Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo es Cuba
y que a ella tiene fatalmente que regresar.
Ahora la tiranía castrista anda en sus estertores finales,
se ve claramente que el cubano se ha estado preparando siempre,
aunque no lo supiera, solo para esto: para el momento del regreso.
No hablan de otra cosa.
No les importa que les digan que todo lo que dejara la tiranía es hambre y ruina.
No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían.
No admiten que el rescoldo de odio que deja el comunismo acaso los quemara.
Lo único que desean es volver.
La casa donde nació está derruida,
al pueblo se lo han puesto desconocido,
la madre ha muerto.
Pero no importa.
El exiliado quiere de todos modos a esa casa,
a ese pueblo y a esa tumba.
La Patria empieza ahí.
En el exilio tropezó, erró, y se equivocó,
pero está salvado también porque
en el fondo de su ser nunca traicionó a Cuba.
Barco, avión o balsa, no lo sé.
Pero el abrazo está próximo. 

A los que les molesta a veces
el llamado predominio cubano en Miami yo les digo:
Paciencia, ya falta poco.
Aquí va a haber muy pronto para ustedes
miles de puestos vacantes y de casas vacías.
¡Y qué les aproveche!

Wednesday, May 4, 2011

El marañón, una fruta perdida


Plantas de Venezuela: Merey por Jose Jaime Araujo.


Si un "logro" debemos a la revolución de los hermanos Castro, es la desaparición de frutas desde siempre conocidas y consumidas en Cuba. Y que al perderse de puestos y mercados, hoy son desconocidas por las nuevas generaciones de cubanos.

Una de ellas es el marañón, muy apreciado por su semilla, tan rica, nutritiva y sabrosa como el maní, la almendra o la avellana. Los habaneros solíamos comprar semillas de marañón tostadas, calienticas y por libras, en cualquiera de los varios Ten Cent existentes en la ciudad.

Con ese nombre también le conocen en Perú, Colombia y Costa Rica. En Venezuela al marañón le llaman merey. En España, anacardo; en México, nuez de la India y en República Dominicana, cajuil. En otros países lo identifican con nombres tan variados como jacote, alcayoiba, caracolí, casoy, nuez de caoba, panjí, oacajú, cayutero... Cashew le dicen en inglés, y anacardier en francés.

Castanha de Caju por Santinha - Casas Possíveis.

Brasil es uno de los mayores productores y su castanha de caju (foto) goza de fama mundial.

El marañón es muy rico en vitamina C y de sus propiedades medicinales se dice que es afrodisíaco, estimulante de la memoria y antioxidante. Su corteza y sus hojas son utilizadas en cólicos estomacales, inflamaciones, neuralgias, insomnio, diabetes, hemorroides y psoriasis. La resina sirve para curar y cicatrizar lesiones cutáneas.

Tras décadas perdido de los campos cubanos, en la Isla han empezado a sembrar marañón. Ojalá no sea sólo por cumplir metas. Y aunque apriete la boca, como dicen nuestros guajiros, no vuelva a faltarle a la población. Dejamos de verlo en las matas y sólo algunos campesinos lo seguían consumiendo, pero simbólicamente no desapareció. En Pinar del Río, La Habana, Las Tunas, Holguín y Guantánamo, entre otras localidades, existen pueblos, ríos y lomas nombrados Marañón.

Tanto su pulpa como su semilla se utilizan en la confección de las más variadas recetas, saladas o dulces. Aunque ninguna como el turrón que hacían -y todavía deben hacer- en Trinidad, patria chica del marañón criollo.

Pese a no ser una fruta tan extendida como la piña, el mango o la guayaba, le sirvió de inspiración al compositor Jesús Guerra, nacido en Cienfuegos en 1920, radicado en Francia desde los años 40 y autor de canciones populares como Bigote de gato. En 1953, Benny Moré interpretaría su número Semilla de Marañón.

Fotos: José Jaime Araujo y Santinha, Flickr.

Gentileza de Zoe Valdes.

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SERA QUE APRIETA LA BOCA......



Monday, May 2, 2011

Así fue el operativo que culminó con la muerte de Osama Bin Laden




Así fue el operativo que culminó con la muerte de Osama Bin Laden

 Lunes, 2 de mayo de 2011

Imagen de TV  de complejo de Bin Laden

Se vieron llamas en el interior del lujoso complejo.
El operativo duró 40 minutos, pero el trabajo de inteligencia llevó años. Fue una operación tan secreta que sólo un selecto grupo de funcionarios estadounidenses sabía lo que iba a suceder.
El escenario: un recinto fortificado en los suburbios ricos de Islamabad, la capital de Pakistán. El objetivo: Osama bin Laden, el hombre más buscado a nivel internacional.
En la oscuridad de la noche, unos 20 soldados de élite de la Marina (los temidos Seals, militares de aire, mar y tierra) descendieron en helicópteros hacia la casa donde vivía Bin Laden con explosivos, armas y dispositivos de visión nocturna.
La misión, "de precisión quirúrgica", según fuentes estadounidenses, fue "la operación contra el terrorismo más importante de la historia de Estados Unidos".
Fuentes del Congreso indicaron que Bin Laden murió de un disparo en la cabeza mientras se resistía armado a su captura. El paradero de su cadáver aún es desconocido, aunque algunos medios estadounidenses citan a funcionarios que afirman que su cuerpo fue sepultado en el mar.
Fuentes oficiales paquistaníes le informaron a la BBC que, además de Bin Laden, otras cinco personas murieron en la operación. Se informa que entre ellas hay una mujer que fue usada como escudo humano y un hijo del líder. Se ha detenido también a cuatro sospechosos.
EE.UU. hasta el momento no está dando su propia cifra de víctimas, pero admite que uno de sus helicópteros sufrió un accidente durante la operación y fue luego destruido por los propios militares estadounidenses..
El complejo residencial de Bin Laden estaba cerca de la Academia Militar de Kakul, la instalación de entrenamiento militar más importante de ese país.

El mensajero

La operación secreta que culminó con la muerte del líder fue elaborada durante varios años. Desde hace tiempo se sospechaba que el máximo dirigente de al-Qaeda se ocultaba en Pakistán, pero la inteligencia estadounidense le había perdido el rastro hasta agosto pasado.
Todo comenzó con la búsqueda de un mensajero, tal vez un rótulo poco apropiado para un alto asesor de Bin Laden, uno de sus pocos hombres de confianza que el Pentágono pudo localizar gracias a testimonios de detenidos interrogados por EE.UU.
Bin Laden
El cuerpo de Bin Laden fue sepultado en el mar.
La CIA había estado a la búsqueda del mensajero, desde que ciertos detenidos bajo custodia estadounidense les dijeran a los interrogadores que el ayudante era de tanta confianza para Bin Laden que bien podría estar viviendo con él.
Hace cuatro años EE.UU. descubrió su identidad. En noviembre, los agentes llegaron a la conclusión de que vivía en este complejo residencial, valorado en más de un millón de dólares, en Abbottabad, a unos 100 kilómetros de Islamabad, capital del país.
La propiedad era tan segura, grande e imponente, que los funcionarios estadounidenses sospecharon que le servía de refugio a alguien mucho más importante que un simple mensajero.
Para abril se sabía con certeza que Bin Laden y su familia se ocultaban en ese lugar. Y después de meses de estudio de la inteligencia y de revisión de los planes operativos, Obama dio luz verde al operativo el viernes pasado, 29 de abril.
EE.UU. no compartió los datos de inteligencia sobre el paradero de Bin Laden con ningún otro país, ni siquiera con Pakistán, por cuestiones de seguridad, explicaron fuentes oficiales. Sin embargo Obama dijo que el gobierno paquistaní había colaborado en el operativo.

La casa

De acuerdo con testigos, ninguno de los locales era plenamente consciente de quién vivía allí.
Ubicado en un barrio de ricos, el complejo de tres pisos estaba rodeado de muros de hasta 5 metros coronados con alambre de púas. Dos puertas de seguridad custodiaban la única entrada al complejo.
A pesar de su valor, no tenía líneas telefónicas ni cables de internet. Los residentes quemaban la basura en los jardines en lugar de sacarla a la calle, como el resto de los vecinos.
Los funcionarios de inteligencia creían que complejo servía para proteger una figura importante. La pregunta era, ¿quién?
Este lunes, el ejército les dijo a los vecinos del complejo que apagaran las luces y no salieran. Al poco rato los residentes escucharon disparos y luego se vieron llamas dentro del edificio.
El gobierno local dice que el ejército no les informó acerca de esta operación y que ni a la policía o la administración civil local se le permitió acercarse al lugar del ataque.
Los periodistas locales señalan que vieron un nivel de movimiento militar y de actividad en el área nunca antes visto.
No es para menos. Casi diez años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, el hombre que los planeó había caía abatido en ese lugar..