Saturday, February 13, 2010

Recordando a Agustin Tamargo.

LA LEGIÓN DEL REGRESO.

Por Agustín Tamargo

Salen de una isla pequeña y se han diseminado por toda la tierra grande.
Uno, es profesor en una universidad de Australia;
otro, abrió en Alaska un restaurante.
Nada los arredra, ni el frío ni el calor.
Los seduce el trópico de la Florida
pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York.
No mendigan: trabajan.

Los que allá eran pobres, aquí son ricos.
Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio.
Ningún obstáculo sujeta su laboriosidad beligerante si la oferta es digna.
Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos.
Cambian, pero en la superficie.
En Miami, siguen jugando bolita, peleando gallos escondidos
y enviando los hijos a la escuela privada.
En Madrid, están contra José Luis Rodríguez Zapatero
y en Caracas, contra Hugo Chávez.
Siempre en la oposición.

Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira.
Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir
constituyen una legión empecinada que no se deje ignorar.

Traen la música calurosa, el ruido,
los frijoles negros y la palomilla con moros y maduros.
Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.

¿Quiénes son?

Son los cubanos del destierro,

la única población mundial trasplantada que (salvo los hebreos)
en un tercio de siglo no ha perdido su identidad.
Los que admiraban a Cuba desde lejos
como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana,
los que veian a Cuba como un milagro étnico y cultural
donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien,
ya no tienen que ir a Cuba para conocerla.
Aquí la tienen.
Esta es Cuba. Estos son los cubanos.

Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí.
Pero también vitales, intensos y profundamente creadores.
Qué no han hecho
en estos 46 años los cubanos del destierro para sobrevivir con dignidad?
¿Qué actividad manual o intelectual no han ensayado,
en éste o en aquel país, por complicada que pareciera,
para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar?.

En algunas de esas actividades
han llegado tan lejos que superan a emigraciones que los precedieron
por cerca de medio siglo.
No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un médico cubano.
No hay periódico donde no haya un periodista cubano,
ni banco donde no haya un banquero cubano,
ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano,
ni escuela donde no haya un maestro cubano,
ni universidad donde no haya un profesor cubano,
ni comercio donde no haya un manager cubano.

En las Grandes Ligas del béisbol el nombre de más color y brillo es el de un cubano.
En Madrid, el primer poeta latinoamericano es un negro cubano.
En la Coca Cola, el presidente fue un cubano.
Hasta en el Congreso de Washington
se sienta en su modestia y en su eficiencia una cubana.

En las tierras prestadas el extranjero
parece llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde viene.
Los cubanos llevan a Cuba.
Pero la enaltecen y la honran, porque además de en la frente
la llevan en el corazón.

Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio,
superior aún a esa actividad profesional triunfante.
Y es su odio al despotismo del que huye, su amor a la tierra que dejó.

Eso lo separa y lo define.
Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo,
una grandeza que de otro modo no tendría.

¿Por qué, preguntan algunos,
no se acaban de quedar tranquilos los exiliados cubanos?
¿Por qué no aceptan de una vez que perdieron la batalla,
que Castro les ganó,
y que con los medios de que disponen nunca podrán vencer a la tiranía?
¿Por qué no acaban de afincarse definitivamente
en estas tierras hospitalarias que los han acogido y
donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían allá?.

Los que preguntan no conocen a los cubanos.
El cubano sabe esto: aún teniéndolo todo,
si le falta Cuba, no tiene nada.
Sabe más todavía.
Sabe que esa prosperidad de que disfruta,
lejos de su isla hambreada y aterrada,
es en cierto modo una forma de traición.
Por eso, si se mira bien,
se verá que a veces parece que el cubano ríe,
pero en realidad está llorando.

Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad,
pero el cubano suspira:
¡Ah, si estuviera en Cuba!
Compra una casa, su auto, o su lancha, y sigue suspirando:
¡Ah, si los tuviera en Cuba!

De una manera misteriosa, que no puede definir,
hay un vínculo con aquello que tira de él hacia allá.
Ahora que la perdió sabe que no puede vivir sin Cuba,
y la sueña de noche, y le agiganta los valores, y la embellece y la idealiza,
y se culpa de no haberla entendido mejor,
y la recrea en sus cantos y bailes,
y la revive en sus historias, en sus costumbres y en sus comidas.

¿Por qué compran hoy los cubanos más libros cubanos que nunca?
¿Por qué tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas,
llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de Martí?
¿Por qué escarban en la Historia?
¿Por qué redescubren a Guiteras y adquieren viejas colecciones de Bohemia?
¿Por qué se reúnen en los municipios borrando antiguos antagonismos de partido o clase?
Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo es Cuba
y que a ella tiene fatalmente que regresar.

Ahora la tiranía castrista anda en sus estertores finales,
se ve claramente que el cubano se ha estado preparando siempre,
aunque no lo supiera, solo para esto: para el momento del regreso.

No hablan de otra cosa.
No les importa que les digan que todo lo que dejara la tiranía es hambre y ruina.
No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían.
No admiten que el rescoldo de odio que deja el comunismo acaso los quemara.
Lo único que desean es volver.

La casa donde nació está derruida,
al pueblo se lo han puesto desconocido,
la madre ha muerto.

Pero no importa.
El exiliado quiere de todos modos a esa casa,
a ese pueblo y a esa tumba.
La Patria empieza ahí.

En el exilio tropezó, erró, y se equivocó,
pero está salvado también porque
en el fondo de su ser nunca traicionó a Cuba.
Barco, avión o balsa, no lo sé.
Pero el abrazo está próximo.

A los que les molesta a veces
el llamado predominio cubano en Miami yo les digo:
Paciencia, ya falta poco.
Aquí va a haber muy pronto para ustedes
miles de puestos vacantes y de casas vacías.
¡Y qué les aproveche!


SOY CUBANO

En honor a su autor y gran Cubano Agustín Tamargo

Sobre mi mesa de trabajo encontré una nota.
No sé de dónde vino, ni quién la escribió,
acaso fui yo mismo en días que he olvidado.
Pero quiero transmitirla a mis lectores
porque creo que recoge un sentimiento colectivo.
La nota dice así:

¿Qué es ser cubano?
O mejor: ¿Qué otra cosa puede ser un cubano?

Soy cubano.
Para algunos esto acaso no es mucho
pero a mi yo íntimo le basta y le sobra.

Soy cubano .
Podría ser venezolano ,español o americano.
Pero ése sería un ser artificial
de voto y pasaporte,
hijo del papel y la tinta,
que no cuadra a mi naturaleza rebelde.

Soy un cubano integral.
Cubano de las buenas y las malas,
de las verdes y las maduras
Cubano como decía Unamuno
que él era vasco por los 16 costados.

Soy cubano.
Tengo un himno y una bandera.
Y tengo, sobre todo,
una historia llena de nombres,
hechos y lugares gloriosos.
¿Podría cambiar por algún hecho histórico extranjero
Las Guásimas, Baraguá y EL Escambray?

Soy cubano
de café negro,
de tabaco y de casabe,
de son y ron,
de baile en la Tropical y de guateque guajiro.

Soy cubano
de hablar a gritos,
de jugar a la pelota,
de piropear a las mujeres
y de bajar como un río de fuego
la escalinata de la universidad de la Habana.

No soy un ciudadano, soy una pasión que camina.
Y cuando enfrento la última realidad de mi vida,
que es la de la patria perdida,
me transformo en una fiera.

Por eso los extranjeros no me entienden.
¿Cómo van a entender que quien lo tenga todo pida más?.
Y es que esos extranjeros no saben
que ese todo reluciente,
adquirido en tierra prestada y bajo sol ajeno,
no puede curar una enfermedad fatal
que se llama ¡nostalgia!

Dicen que lo bello ,
cuando se pierde, se vuelve más bello todavía.
¿Y qué era Cuba, desde que la bautizó Colón,
sino la tierra más hermosa que ojos humanos vieron?

¿ Que era Cuba?.
Cuba era un hechizo en las madrugadas de rocío,
un calor en las venas en las noches de erotismo caliente.
Frente a la majestuosidad del Níagara.,
Heredia echaba de menos a sus palmas,
que buscó y no encontró
y que en realidad no necesitaba encontrar
porque las llevaba dentro.

Así, dentro del alma,
carga el cubano a Cuba por todas partes
como un escapulario para defenderse del siniestro.
Podrá decir también como un escudo.
Con la historia de Cuba al brazo va el cubano por el mundo
defendiendo a su tierra bienamada
frente al envidioso y el calumniador.

Cuba es su niña.
Cuba es su obsesión y su desvelo.
Cuba es su madre y es también su hija.
Cuba es su amante lejana e inolvidable.

Muchos dicen que el cubano está loco.
¡Pues claro que lo está!.
¿No va a estar loco
el que se gana la lotería
y le roban el billete?.

Los libros que allá no leía
el cubano desterrado los lee ahora aquí.
Los cuadros que allá no miraba,
los mira ahora aquí.
La música que allá no escuchaba
la escucha ahora aquí.

El cubano no vive en una casa
ni en un apartamento,
vivé en un baúl de recuerdos.
Cada vez que destapa el baúl
y encuentra una fotografía gastada,
sufre una herida

Cada palabra criolla que no conocía
o había olvidado y redescubre
se le transforma en un amuleto
con el que defiende su autenticidad.

En el hipódromo de Hialeah
hay una guardarraya de palmas.
No de palmas canas, no de palmetos,
de palmas reales
ésas que coronan en cuba las lomas
y las ribera de los ríos
y que fueron traídas de allá.

Se asegura que un hombre solitario
camina por las noches
bajo esas palmas hablando solo.
No es invención de nadie.
Ese hombre soy yo.

Ser cubano
hoy es una prueba amarga, un desafió.
En la isla, un hombre que metió en ellas a los rusos
mete ahora los turistas extranjeros
con la misma finalidad:
pisotear el cubano.

En el destierro,
la prosperidad material
y la indiferencia del extraño
ante su drama,
hacen del cubano un solitario.

Nadie lo entiende.
Nadie respeta su interminable vigilia
en espera de que amanezca.
Todos le piden que se olvide,
que se adapte,
que haga como todos los refugiados del mundo:
iniciar una nueva vida.

¿Se puede seriamente iniciar una nueva vida?.
¿Dónde hincará sus nuevas raíces esa nueva vida?
¿En el 4 de julio americano?
¿En el 2 de mayo español?
¿ En el 14 de julio francés?

No. La historia de un pueblo
no puede ser una invención diaria,
llena de lo artificio de lo prestado.
La historia de un pueblo es la continuidad ,
el plebiscito diario de que hablaba Renan.
De Diego Velásquez a Fidel Castro
la historia de Cuba
ha sido un largo peregrinaje
hacia la única felicidad posible:
la que proporciona la libertad.

Cuba mató su indio,
masticó su negro y se tragó su español
y de esas mezclas de sangre, hizo el cubano.
Hombre de islas, hijo del sol,
ese cubano lo ha sido todo
sobre su tierra ardiente:
matemático y jugador de gallos,
ajedrecista y cantor de puntos guajiros,
político y hacendado,
rumbero y profesor.

Fernando Ortiz es el cubano.
Y Miguel Matamoros.
Y Guiteras. y Gastón Baquero.
El chino-mulato Wilfredo Lam es el cubano
¿Se puede olvidar todo eso
porque el anfitrión sea generoso
y la mesa esté bien servida?

Yo creo que no.
Como decía Martí
de los que iban a su tierra
cuando aún el español la ofendía.
"Otros pueden, yo no puedo."

La dejaron allí como quien
dicta su testamento a un notario
o como el que echaba una botella al mar.

Vino Colon, vino Hernán Cortés,
vino el americano, vino el ruso,
vino Castro
vino la desolación de la huida en masa.

Pero la isla está allí,
Cuba está allí.
Esperando con su calor de madre
por los hijos dispersos
simbolizados en ese cubano
que dejó esta nota
y que habla solo de noche
bajo las palmas de Hialeah.


"Cuba primero, Cuba despues, y Cuba siempre" (Cuba first, Cuba later, and Cuba always)


Thursday, February 11, 2010

Miami Metropolitano.... LA HISTORIA EN LA MEMORIA


Por Luis González-Lalondry

En estos días, exactamente el 18 de Enero, se cumplieron
50 años de yo haber llegado por primera vez al exilio de
Miami. Una fría noche aterricé en el aeropuerto con unos pocos dólares en el bolsillo, cargado de esperanzas, de
sueños, de ideales. No pude evitar durante el vuelo y a
punto de salir de Cuba, que dos lágrimas corrieran por mis
mejillas y los ojos se me humedecieran, mientras desde el
avión, allá abajo miraba con tristeza la isla donde nací
y la patria que jamás he olvidado.

No fue voluntaria mi salida de Cuba, los esbirros de la
revolución triunfante y en el poder me dieron a escoger: o te vas de Cuba o amaneces en la cuneta con un tiro en la
frente, me advirtieron. Yo escogí lo primero. No sólo
aquellos esbirros del régimen en 1959 tenían el poder de
encarcelar, matar y fusilar, sino que podían decidir sobre
la vida de aquellos que se le opusieran. Para esa fecha
muchos amigos habían muerto, otros, incluyendo mi querido
hermano Rodobaldo, se pudrían en las mazmorras de Boniato,
La Cabaña, el Castillo del Príncipe e Isla de Pinos.

Yo les estorbaba en Guantánamo, donde tuve que refugiarme
por primera vez en mi propia patria, pues nací y viví
siempre en Santiago de Cuba, donde intentaba hacerme de una
carrera profesional, estudiando muy duro en el Instituto de
Segunda Enseñanza y después trabajando en la Alcaldía
Municipal. Allí en Guantánamo asumí la responsabilidad de
“acción sabotaje” de un movimiento integrado por
hombres y mujeres que no respondían a ninguna
organización, ni a siglas partidistas, ni a consignas de
ningún grupo, nos jugábamos la vida por puros ideales, los
ideales que después me encontré entre los pocos exiliados
de Miami.

Unos días después de haber llegado al exilio, me llevaron
a una reunión a una casa del suroeste de Miami, donde se
reunían los domingos los cubanos. La mayoría de ellos,
unos 90 hombres y mujeres, de extracción batistiana como
yo. En el curso de la reunión alguien sugirió que hablara
de mi experiencia “porque acababa de llegar de Cuba”. Y
después de contar gran parte de mis luchas en aquella
ciudad junto a la Basa Naval Norteamericana y de los hombres
y mujeres comprometidos dentro de la oposición al
comunismo, que había llegado al poder con la revolución
castrista, se me ocurrió vaticinar “que en seis meses
estaríamos nuevamente en Cuba”. Me equivoqué, han pasado
50 años.

Miami para mi, no era la ciudad ideal, sin embargo estaba
geográficamente muy cerca de Cuba. Unas pocas semanas
después de haber llegado, me ví en la Calle Flager y la 15
Avenida, sentado en un banco a las cinco de la tarde sin
saber a dónde ir, con una maleta y sin una peseta en el
bolsillo, listo para convertirme en un “homeless”. Me
habían echado del cuarto donde vivía, porque no podía
pagar la renta y no tenía ni dinero, ni trabajo, ni nadie
que me ayudara. Todos los exiliados vivían con las mismas
carencias. Pero como Dios es muy grande, una mano amiga, el
capitán Labrada, me recogió de aquel banco y me llevó
para un “cuartelito” (una especie de casa de refugio muy
pobre) a dos cuadras de distancia, donde al menos tuve
espacio en un cuarto, un catre donde dormir junto a seis
compañeros más, un modestísimo almuerzo, arroz, frijoles
y un pedazo de pan, y una ducha donde bañarme y lavarme los
dientes.

Fue la época de las “tomateras”, donde las cubanas
exiliadas iban a recoger tomates a Homestead, o las
“camaroneras”, donde muchas mujeres aristócratas del
pasado, pelaban camarones para los restaurantes de la playa
que se comerían luego los turistas, trabajando por setenta
y cinco centavos la hora, o los muelles del Río de Miami,
donde atracaban los barcos con frutos menores de Cuba,
incluyendo las famosas piñas de la isla, que los más
necesitados, como yo, íbamos a descargar para llenar las
rastras que más tarde las llevarían a todos los rincones
de Estados Unidos.

Mención aparte tienen las factorías de Hialeah, por
aquella época un poblado rural de la ciudad de Miami, donde
pastaban las vacas, crecía el marabú y había muchas
fábricas. Allí mandaban los simpatizantes de Fidel Castro
y la revolución y nadie que fuera exiliado en aquel momento
podía encontrar trabajo, aunque se tratara de cubanos como
ellos y se estuvieran muriendo de hambre. Los que se
resistían, como en mi caso y el de mi compañero de
infortunio Chín Martínez, en la Tucker Aluminiun, si le
daban trabajo tenían que defenderse a puñetazos contra las
pandillas de fidelistas, que por aquel entonces se habían
organizado para “defender la revolución”, según
decían, de los primeros exiliados que llegaban. ¡Así era
Miami en 1960!

Por aquella época, en Miami no existía ni el Refugio, ni
la ayuda de las iglesias, ni el International Rescue, ni la
Torre de la Libertad, ni la Ley de Ajuste Cubano, ni nada
por el estilo. Sólo la bondad de algunas personas hacían
posible que los exiliados pudieran comer una miserable
comida al día, en muchos casos con la ayuda de las palomas
>del Bayfront Park, que revoleteaban junto al busto de José
Martí, gracias a la generosidad de una mujer excepcional,
Carmelina Bonafonte y otros y otras luchadoras de Miami.

No obstante todas estas vicisitudes, Miami respiraba
patriotismo, idealismo, coraje, heroísmo, efervescencia,
cubanía. Teddy Whitehouse con su flota de aviones quemaba
los cañaverales en las provincias occidentales y Tony> Cuesta y el doctor Santiago Alvarez, atacaban en alta mar y
en aguas internacionales, los barcos castristas que salían
de la isla, en algunos casos cargados de armas para las
guerrillas comunistas en Centro y Suramérica.

Luego vino, Bahía de Cochinos, la única vez que Cuba pudo
ser libre, por el valor heroico de los propios cubanos en
territorio de la patria. Todos queríamos participar, los
simpatizantes de Fidel, que ya habían dejado de serlo a
medias y los llamados batistianos como Rafael Díaz Balart,
fundador de la “La Rosa Blanca” y Rafael Guas Inclán,
ex vicepresidente de Cuba, junto a su hijo Carlos
Guas—muerto peleando en Playa Girón—y el coronel de la
Sierra Maestra, Sánchez Mosquera, hacíamos cola para
pelear por Cuba en la oficina del Frente Revolucionario
Democrático de la Avenida 27.

El 12 de marzo de 1961junto a Nino Díaz, Jorge Más
Canosa, Pedro Roig, Tony Calatayud, Ramoncito Corona,
Danielito Bacardi, José Valladares, Raymond Molina, Fico
Rojas, Fernando Capestany, Nelson Blanco Navarro, Omar
Guerra, Antonio (Tony) Padrón, Ovidio Camejo López,
Maximino Torres, que fuera alcalde de Santiago de Cuba y
más de un centenar de combatientes, abordamos los viejos
aviones de transporte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos
en Opaloka, para trasladarnos al campo de entrenamiento en
Louisiana, en Guatemala y Nicaragua, y luego al campo de batalla en territorio cubano, el 17 de abril de 1961, para
hacer la patria libre o morir en el empeño. Nos tocó
perder aquella guerra y fui capturado varias días después
muy cerca del poblado de Batabanó. Pero estaba vivo y con
deseos de seguir luchando.

Aquel 18 de enero de 1960, el día de mi llegada al exilio
de Miami, permanece imborrable en mis recuerdos, como
imborrables aún están los recuerdos de todos estos años,
peleando y luchando por la libertad, en Cuba, Miami, Nueva
York, Washington DC, Los Angeles, Connecticut, Puerto Rico y
donde quiera que se ha necesitado mi humilde cooperación
para convertir en realidad mi sueño y el de tantos
compañeros y amigos que han quedado en el camino, muchos de
los cuales cayeron combatiendo en Bahía de Cochinos y en
otros frentes de batalla.

Los que vinieron después y los que llegan ahora, gracias
a los traficantes de cubanos desde la isla y a las lanchas
rápidas, no conocen los sinsabores y sacrificios de aquella generación heroica de los sesenta, e inclusive de los años> setenta y blasfeman contra “el exilio histórico”, que
abrió las puertas a los refugiados de Camarioca, el Mariel
y Guantánamo, para darle paso a los inmigrantes económicos
de los últimos años, a los que me niego rotundamente
llamarles exiliados.

Dios quiso que viviéramos para contar parte de la
historia, como lo hice en mi libro “Bahía de Cochinos”.
Por eso recuerdo y quiero tanto a Miami, porque me dio el
único diploma de excelencia que conservo con honor y
orgullo: el de PATRIOTA, sin haber claudicado jamás y sin
haber traicionado los ideales con los que salí de Cuba el
18 de enero de 1960, hace 50 años.


Luis González-Lalondry es periodistas, escritor, orador y
veterano de Bahía de Cochinos. (Publicado originalmente
en Trinchera Digital)

ENLACES A ESTE ARTICULO
OPOSITORES EN LAS CALLES DE GUANABACOA Y REGLA

          
  www.kastroasesino.blogspot.com/
  http://WWW.CUBASI_KASTRONO
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              http://usurpador.blogcindario.com
          
  www.angelicamorabeals.blogspot.com

           http://palinforamerica.com/

            http://www.guaracabuya.org

           http://www.autentico.org/oa09049.php

www.nuevoaccion.com            
            
PROHIBIDO OLVIDAR
   

Tuesday, February 9, 2010

RESPUESTA A HUGO CANCIO”PONIENDO LOS PUNTOS SOBRE LAS IES”

Por Cary Roque.
Periodista Especializada en Temas Cubanos
 
Sr Cancio: Su propuesta hecha publica a travez de correos electronicos y de su propia pagina en Face Book,nos demuestra una vez  mas,cuanta razon nos asiste, al senalar que
Exilio, no es una calle,ni un municipio de nuestro Condado, ni de cualquier País,donde se encuentre un cubano en el exterior….EXILIO ES UNA CONDUCTA.
Y digo esto,porque Ud, no es,ni se comporta,ni jamas ha sido un exiliado,por otra parte tenga también en cuenta,que jamas,nosotros los EXILIADOS,jamas le hemos obligado a que se comporte como tal.,,,No nos interesa,realmente,no nos interesa…Pero…..
Siempre hay un pero Sr Cancio.  Y es que su llamado a generar un cambio ,bajo el lema”de que son mas las cosas que nos unen que las que nos separan”,merece una respuesta.
Al Exilio,no le une nada a Ud. En lo personal, a mi tampoco,porque mientras Ud trata de socavar con sus diatribas nuestra posición y ponernos en el campo de los que odian y califica de poco correcta,las “posiciones rigidas”,le recuerdo que esta ciudad donde Ud vive y tiene sus negocios,esta llena de victimas de esa dictadura,para la cual Ud pide,no solo que se le levanten las saciones,sino que no se persigan ni atrapen a los culpables…
Para Ud ya no es importante ni relevante,esa accion…Carambas Sr Cancio,ya consulto Ud el criterio de los familiares de los cuatro Pilotos de Hermanos Al Rescate,pulverizados  en pleno vuelo por Migs  de las FAR de Cuba ¿??,hablo Ud con la familia-y aquí hay muchas- de los ninos,hombres y mujeres hundidos en plena  bahia de la Habana,también bajo las ordenes de esa dictadura,para la cual Ud pide perdon u olvido???
En que momento ha llevado Ud adelante un conteo del dolor diario que sufre Blanca González-madre de un periodista llamado Normando Hernandez-que desvive a diario en las cárceles de esa misma dictadura??
Ha paseado Ud alguna vez por la Muestra del Memorial Cubano en los predios de FIU,se ha detenido un instante ante una de sus miles de cruces,ha leido un nombre,ha indagado porque ese hombre joven pleno de vida,fue fusilado por ese régimen al cual Ud bajo consignas de amor,trata de lavarle el rostro de tanta sangre???
No Ud no lo ha hecho…..Eso me hace sentir Vergüenza Ajena por Ud y los suyos,porque vivir rodeado de victimas,y no reconocer este dolor es francamente dezlenable.
Solo quiero recordarle, que Ud no ha sido el primero en plantear este metodo,otros lo han hecho anteriormente,y hasta han tratado de cambiar el curso de la política local y sabe que???? Han fracasado Sr Cancio. Le pongo un ejemplo rápido , para que lo analize detenidamente:
El Sr Francisco Aruca,acaudalado comerciante,que se ha enriquecido con el negocito de viajes a Cuba,lleva no menos de 20 anos,tratando de hacerlo,incluso ha ido mas lejos que Ud,ha formado parte de grupos de cabildeos en Washigton para modificar la política de este País,en torno a Cuba….Ha costeado horas de radio,tratando de inocular el venenoso mensaje que le dictan desde la Habana,tanto en espanol como en ingles, y ha terminado en compania de otro personaje tan despreciable como el “costeandose” un programa en una emisora poco reconocida,casi sin valor alguno en nuestra comunidad.
Podría así mismo citarle otros ejemplos que han tratado de escalar posiciones en el Congreso,en el Estado etc y han terminado fracasados y en silencio obligado,porque no hayaron eco en sus palabras…. 
Pero que bueno que Ud aprovecha los valores de esta hermosa democracia,para llevar adelante una Generacion que promueva Cambios ,no en Cuba,sino aquí en nuestro patio donde Ud vive y da la espalda a la verdadera realidad de los cubanos.
Ante su irrespeto,solo encontrara la respuesta solida de una cantera de jóvenes cubanos,de hombres y mujeres que llevamos anos luchando por restablecer la Libertad y el Estado de Derecho en nuestro País. 
Una pregunta inocente Sr Cancio :Quienes son mas culpables, los que Ud dice que ayudaron a poner ese régimen en el poder,o los que lo han ayudado a sostenerse,por distintas vías por 51 anos???? Cuando tenga la respuesta clara,me envia otro correo,mientras tanto
PROHIDO OLVIDAR!!!!!!!

¿Y por que no enviamos a los Van Van a cortar marabú?


 


Cuba exporta carbón de marabú

Expertos en la agricultura de Cuba creen que el marabú comenzó a crecer incontrolablemente a principios de la década de 1990, cuando el gobierno cerró numerosos centrales y prácticamente abandonó grandes extensiones de tierra dedicadas al cultivo de la caña de azúcar. 
Para eliminar el marabú, un arbusto espinoso de rápida propagación, con un grueso tronco y espinas afiladas, la planta tiene que ser cortada y el terreno fumigado con herbicidas.
Funcionarios del gobierno cubano han reportado que el marabú cubre ahora 30 por ciento de los 9 millones de acres de tierra arable de Cuba, incluyendo 43 por ciento de las áreas dedicadas al pastoreo.
Si ayer Juan Formell fue el “impulsor de la zafra de los diez millones con su musica VAN VAN.
¡ESTE ES EL MOMENTO!
Para todos los componedores de bateas y adeptos al regimen. .....
A CORTAR MARABU Y A CANTAR
¡EL MARABU ESTA QUE PINCHA!

Sunday, February 7, 2010

INTROMISIÓN INACEPTABLE:


DÉJENNOS MATAR TRANQUILOS

Angélica Mora

Texas

Apuntes de una periodista


Hay disgusto en las filas chavistas. Alguien ha osado, traspasar con sus comentarios las fronteras virtuales del país, preocupado por lo que ocurre en Venezuela.

El ultraje de Hugo Chávez está a la máxima potencia.
Apenas termine de comer, el Máximo Líder ordenará otra cadena de radio y televisión. ( Total hoy no ha salido al aire, y mañana su Aló Presidente, está todavía muy lejos ) para despotricar por la osadía de los gringos de meterse en lo que no les importa...
Habráse visto..que se creen estos yanquis de porquería.

Mientras se come un buen bistec de res, Chávez empujó a su viceministro para América Latina y el Caribe, Francisco Arias Cárdenas para que comenzará la cantinela, de que los gringos a traves del embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, tienen el único propósito de "crear un clima de desestabilización en Venezuela".

Arias Cárdenas, uno de los pocos mandanderos que le queda leal a Chávez, cumplió de inmediato la órden y le reclamó a Shannon que respete la democracia venezolana y no intervenga en los asuntos internos, "porque poco nos ayudan a sostener una relación de entendimiento con Washington".

Shannon exhortó el jueves al presidente Chávez a "no reprimir y escuchar más al pueblo venezolano", declaración que la cancillería venezolana rechazó ayer por "inaceptable e injerencista", al considerar que se extralimita en sus funciones y opina sobre situaciones internas del país que "no son de su conocimiento".

Luego Arias Cardenas redactó y entregó un comunicado desde la Casa Amarilla, que es todo un poema bélico contra Washington y contra Shannon, a quien le exige que se dedique a su misión en Brasil y no a intervenir en los asuntos internos de Venezuela.

Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores

Las declaraciones del Sr. Shannon son inaceptables por injerencistas e irrespetuosas en su forma y en su contenido. No es función de un diplomático, y menos de un diplomático acreditado en un país amigo, pretender dar consejos a un gobierno soberano. Esta declaración significa una nueva y grosera intromisión de su gobierno en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela.

El embajador Shannon debería dedicarse a su misión de promover las relaciones entre Estados Unidos y Brasil, y no a usar el territorio brasileño para agredir o intervenir en los asuntos internos de nuestra patria.

El ex secretario de Estado Adjunto para América Latina y actual embajador de los Estados Unidos ante el Gobierno de Brasil está haciendo parte y evidenciando la sincronización, de sectores de su país y grupos de poder tradicional de nuestro país, en una campaña que pretende generar una situación de inestabilidad con los más turbios fines antidemocráticos.

Por otra parte, no puede pretender dar lecciones de democracia a un país que ha celebrado más de diez elecciones desde 1999 y que se apresta a otra importante cita electoral en septiembre de 2010, donde todas las fuerzas políticas concurrirán, con todas las garantías. En los próximos meses el pueblo venezolano podrá evaluar todas las ofertas políticas y expresarse con toda libertad en las urnas. En la campaña electoral todas las opciones políticas tendrán la oportunidad de exponer libremente, sin más limitaciones que las establecidas en las leyes, sus ideas y programas, como señala la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y garantiza el Gobierno Nacional.

La democracia venezolana está más viva que nunca. El pueblo venezolano fragua su destino en el seno del novísimo desarrollo de la democracia participativa que promueve la inclusión y la justicia social. Es ese camino el que pretenden cercenar los intereses imperiales y sus lacayos en nuestros países.

Risible, si se piensa que estas palabras y este comunicado, provienen de Caracas.
Del mismo régimen que tiene dedicada toda su política internacional a envíos de maletines con dinero para socabar las instituciones democráticas en los países de América Latina.
Del mismo Chávez que sigue la senda de un plan de más de medio siglo, concebido en el seno del gobierno de La Habana.