Wednesday, July 13, 2011

Reina Luisa Tamayo pide ‘apretar las tuercas’ a Cuba


Especial para el Nuevo Herald


Por un día Reina Luisa Tamayo, madre del fallecido disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, visitó el Capitolio de Estados Unidos para hablar de la muerte de su hijo, pedir justicia y solicitar a los congresistas “apretar las tuercas” al régimen de la isla.
“Mientras los Castro están recibiendo un respiro, no van a desistir del poder”, dijo Tamayo. “Si se les cierra, ellos se van a asfixiar y tienen que desistir del poder”, agregó la mujer, quien mostró una camisa ensangrentada de su hijo, y en la parte trasera una carta, que le escribió el 26 de octubre del 2009 después de que fue golpeado en una prisión cubana. La camisa que guarda en su bolso de mano la ha animado a seguir la lucha por la libertad de su país.
Tamayo llegó a Estados Unidos el 9 de junio de Cuba con varios familiares y las cenizas de su hijo, para vivir en Miami.
“El embargo jamás se les podrá quitar a los Castro, más bien hay que duplicarles todavía”, agregó la disidente cubana, quien se ha convertido en uno de los símbolos de la lucha contra una dictadura de 52 años. “A la tuerca hay que darle mil vueltas para que se pierda el eslabón y ellos puedan desaparecer, son asesinos”.
El presidente Barack Obama ha facilitado las visitas a la isla de grupos educativos, religiosos, culturales y humanitarios desde más ciudades de Estados Unidos con el objetivo de fortalecer la sociedad civil en la isla y permitir que más cubanos actuaran de manera independiente.
Tamayo comenzó su visita al Capitolio en la oficina de la congresista de la Florida y jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen, quien la invitó “a tomarse un cafecito cubano” con sus colegas de la Florida, Mario Díaz Balart y David Rivera, además del representante demócrata de Nueva Jersey, Albio Sires.
Posteriormente, la madre de Orlando Zapata Tamayo habló por unos 40 minutos ante más de 80 personas en uno de los salones del edificio Rayburn del Congreso, donde contó sus vivencias como la madre de un opositor en Cuba y las condiciones que llevaron a la muerte de su hijo, tras 85 días de huelga de hambre.
“Zapata tu muerte no ha sido en vano continuaremos la lucha”, dijo Tamayo quién en varias ocasiones repitió “Zapata vive, Zapata Vive”. La madre también pidió justicia por el asesinato “premeditado de su hijo”.
Esta fue la primera visita de Tamayo a Washington tras una solicitud de Ros-Lehtinen, para llevar su historia a los corredores del Capitolio.
“Estoy muy contenta de que Reina haya aceptado la invitación para venir a Washington y tener la oportunidad de hablar con nuestros colegas sobre la situación tan dramática y triste de violación de derechos humanos en Cuba, lo que ocurrió con su hijo, las consecuencias que ella y su hijo pagaron al hablar a favor sobre derechos humanos y la democracia y en contra de las condiciones de los presos en Cuba”, aseguró Ros-Lehtinen.
La congresista también le regaló a Tamayo la bandera de Estados Unidos como símbolo de bienvenida a su nuevo país.
Tamayo terminó su visita en el Congreso con una reunión en la oficina del senador republicano Marco Rubio, quién expresó su simpatía por Tamayo y apoyo a su causa.
“Estoy honrado de estar aquí con Reina Tamayo y ella es testigo del régimen castrista y la realidad de la Cuba actual no es la idea romántica que se tiene por aquí sobre Cuba”, dijo Rubio.
A la reunión se sumaron los senadores demócratas de Florida, Bill Nelson, y de Nueva Jersey, Robert Menéndez.
“Aquí en el Senado de Estados Unidos y en el Congreso hay una concepción romántica de lo que es el régimen castrista y no sobre la realidad. Creo que la palabras de ella son sobre la realidad”, aseguró Menéndez.
El congresista Sires informó que enviará una carta a la Casa Blanca para que el presidente Obama o la primera dama Michelle Obama, se entrevisten con Reina Luisa Tamayo. “Esta es una historia que debe ser escuchada”, indicó.

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