Sunday, January 22, 2012

Regresar. Por Rogelia Castellón

Desde  Facebook: Cary Roque

Regresar

Por Rogelia Castellón

Deseo es nuestro constante batallar para alcanzar mejores capacidades, llegar a ser vidas con impulsos suficientes para el logro de metas y siempre, siempre al encuentro con los sueños. Un gran deseo para los desterrados y para los encerrados dentro del régimen de los castristas, es la constante visión del futuro. Regresar es futuro. Regresar significa para los cubanos caminar hacia adelante para volver a la libertad. Escuchar palabras sin el peligro de que alguien las pueda borrar por la fuerza de la violencia. Caminar por las calles del pueblo y no tener fronteras. Hacer sueños, convertirlos en ideas y compartirlas con los que también sienten como ellos. Hacer historia nueva para una patria nueva. Ese es el futuro. Eso es regresar.

La opresión ha sido larga, las ausencias incontables, las muertes de hombres y de mujeres perdidos en los esfuerzos por derrocar a la tiranía nos dolerán por el resto de nuestras vidas pero nunca hemos flaqueado en la intención de la liberación.

La libertad se acerca todos los días. Las mujeres cubanas dieron el primer paso en esta nueva era. Dieron también la primera víctima de este intento definitivo. Laura Pollán la mujer ejemplo perdió la última batalla en su puesto, firme en las acciones escogidas por su amor a la liberación de los hermanos prisioneros políticos.

Debemos insistir mucho en los sacrificios del pueblo cubano en general, para que todos recuerden siempre en el futuro cuán justa ha sido nuestra repulsa al régimen y también la importancia de regresar con el compromiso de actuar con la misma justicia en todos los casos, con juicios basados en leyes no en dolor o resentimientos.

El pueblo cubano dentro y fuera de la isla ha sufrido excesivamente el error de haber creído en las palabras falsas de una revolución inexistente. Una revolución vigente solamente en la ambición de un hombre usando el engaño para apoderarse de un pueblo joven que se creía alerta a los peligros de enemigos poderosos. Un pueblo comenzando su futuro escuchó el canto de la traición, y comenzó a soportar a la tiranía capaz de robar sus derechos y sus vidas.

Los últimos sucesos en la isla, las últimas palabras ahora gritadas nos hablan de la esperanza, del deseo de la entrega, del sacrificio con devoción al cual ya están dispuestos todos los que habían contemplado el dolor de Cuba en silencio.

Viva la vida. Viva el renacer de nuestro pueblo. No importa si otras naciones no comparten las ideas de los cubanos de poder vivir en democracia. Vamos a buscarla con nuestro propio esfuerzo, con nuestras voces gritándole a la tiranía. No importa cuantos ignoren nuestro derecho a ser un pueblo libre. Continuaremos la ruta ya lo hemos hecho antes. Nuestras guerras fueron constantes hasta llegar a la obtención del objetivo vital. Cuba libre. Cuba liberada con guajiros, con negros liberados, con generaciones de estudiantes ,con el pueblo.

Ahora solamente debemos aprender para no olvidar que como dijo el Apóstol. “Libertad es el derecho de cada pueblo a pensar y a hablar”. A vivir pensando y a hablar para hacer llegar nuestras ideas a nuestros hermanos.

Para regresar debemos aprender desde el principio a mejorar las cosas que habíamos descuidado, y a utilizar lo nuevo surgido de nuestras experiencias, de los avances de la civilización durante los años perdidos en el tiempo de la tiranía. Pero lo más importante será comprendernos con la esperanza del triunfo de cada nuevo día. Es necesario unificar el deseo. Cada cubano un hermano con una idea constante: la libertad de un pueblo. Vamos a pensar como hombres y mujeres libres. Eso es sentir orgullo del triunfo de la patria logrado por el trabajo de todos. Para volver es necesario enlazar muchas manos aunque las cabezas estén llenas de diferentes sueños o pensamientos. Sueños de libertad, pensamientos de futuro, de amor, de unidad.

Unidad para agruparnos, para tomar acuerdos, para competir con la misma esperanza de futuro que nos llevó a la búsqueda del camino. Convertir la fuerza de esa hermandad en partidos para que todos seamos parte del proceso de transformación necesario.

La hora de empezar es esta, y recuerden como dijo el poeta español: ”Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

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