LA HORA CERO DE LOS DIALOGUEROS
Llamamiento urgente por una Cuba mejor y posible
Vivimos tiempos
cruciales. Es necesario conocer y aprender del pasado para no repetirlo.
Llamamos a todos los cubanos a evitar actos de violencia, derramamientos de
sangre y particularmente aquéllos dirigidos contra la población indefensa. La violencia,
la intimidación y el acoso abierto o sutil contra quienes sostienen
ideas que se apartan de las oficialmente amparadas, deberán cesar
inmediatamente. Una solución pacífica ha de ser el
compromiso definitivo y público de todos y todas las partes sin excepción.
Demandamos un
diálogo nacional, abierto, trasparente y pluralista sin condiciones para poder
acometer constructivamente el desafío que nos presenta la actual crisis.
Sostenemos el derecho de los cubanos a determinar nuestro futuro en plena
libertad, independencia y soberanía, sin injerencias o imposiciones de ninguna
nación extranjera sea cual sea la ideología que profese su gobierno. Nuestro país no debe estar supeditado a leyes de
otro gobierno que nos afecten unilateralmente La soberanía reside en el conjunto del pueblo cubano y su derecho
a la autodeterminación en plena independencia ha de ser respetado.
Presentamos a todos los ciudadanos cubanos un conjunto de
medidas que no hay que supeditar a la agenda de ningún país extranjero y que
puede comenzar a emprenderse entre todos inmediatamente de existir voluntad política
para ello de parte de quienes siendo menos del 1% de la población, poseen la
capacidad real de decisión sobre todos los aspectos de la vida cotidiana en
nuestra patria:
1- Respeto inmediato a
derechos y libertades ciudadanas básicas de conciencia, expresión, información,
reunión, movimiento y asociación, derecho a la libre sindicalización, formación
de partidos políticos y de organizaciones no gubernamentales y proscripción de toda forma de persecución
o discriminación por razones de credo, ideología, raza, género u orientación
sexual.. Cese inmediato de la amenaza y uso de
la violencia policial y parapolicial, aplicación de los estándares de Naciones
Unidas para el tratamiento a los presos, trasparencia del régimen penitenciario
al Relator Internacional contra la Tortura y abolición de la pena de muerte.
Ratificación inmediata de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y
reforma legal hacia el establecimiento de un Estado de Derecho. Someter a
referendo la incorporación de una cláusula constitucional criminalizando el empleo del terrorismo, la violencia,
la tortura, el acoso y la discriminación de cualquier tipo, sea cual sea su
promotor, justificaciones y procedencia, así como la adecuación de la Constitución a los principios y normas
universalmente reconocidas de derechos humanos. Desmovilización o traspaso a
otras funciones de aquellos agentes
dedicados a la represión de esas libertades, y cierre de unidades represivas
dedicadas a ese fin. Libertad inmediata de los presos políticos y amplia
amnistía para quienes hayan sido encarcelados por haberse criminalizado
acciones que no constituyen delito a la luz del derecho internacional.
2- Fin de las restricciones a las libertades de
movimiento nacional e internacional de los ciudadanos cubanos así como la eliminación del destierro a cientos de miles
de cubanos. Inmediata
supresión de los permisos de entrada y salida, y libre relocalización en el
país de los nacionales cubanos que así lo deseen. Fin inmediato de las
confiscaciones de bienes y propiedades a los emigrantes. Igualdad de derechos
–incluidos los de salud, educación y seguridad social- para todos los cubanos.
3- Liberación
de todas las capacidades productivas y de innovación que atesora la nación
cubana constituida por todos sus ciudadanos, residan en Cuba o en la
diáspora. Traspaso inmediato de la propiedad de todas las empresas
estatales de producción y servicios medianas y pequeñas a los trabajadores que
laboran en ellas, y en las grandes empresas, participación
en la administración y reparto de utilidades.
Libertad de todos los ciudadanos para la actividad económica
independiente, exportar e importar bienes,
establecer empresas mixtas con el Estado o con la inversión extranjera y
estímulos fiscales a las cooperativas y a la pequeña propiedad individual.
Control trasparente del uso de los impuestos y de la renta nacional. Plan de
emergencia para reanimar y fortalecer los sistemas nacionales de educación,
salud y seguridad social. Acceso masivo a Internet y las nuevas tecnologías de
la información y comunicación como herramienta imprescindible de una economía
moderna.
4- Adopción de una genuina política de paz y distensión
internacional. Las relaciones con otros
estados deberán fraguarse en base al respeto, la dignidad y la soberanía
recíproca. Renuncia a participar, apoyar o
fomentar guerras o conflictos en otros países. Las fuerzas armadas solo deberán
salir de las fronteras nacionales para participar en operaciones
internacionales multilaterales de Naciones Unidas. Creación de un grupo
de buenos oficios para gestionar la normalización
de relaciones con los países y organismos internacionales que están afectadas o
suspendidas, incluyendo el tema de las sanciones unilaterales estadounidenses. Se
deberán iniciar conversaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos,
con vistas al cese de la usurpación de la base naval de Guantánamo contra la
voluntad y el deseo del pueblo cubano. Nuestro territorio deberá quedar libre
para siempre de bases y tropas extranjeras y jamás se concederán facilidades
militares logísticas o de otra índole a otro país.
Alertamos que no sólo una Cuba mejor es posible. También
lo es una Cuba igual o peor a la que hoy existe. Las opciones están en manos de
los cubanos y el tiempo de tomar decisiones sustantivas ha llegado. Quien hoy
no dé los pasos para dar salida sensata a esta crisis no podrá responsabilizar
a otros por lo que suceda mañana. Si en algo estamos todos de acuerdo es que el
país está al borde del abismo.
Dado el primer día de agosto de 2012.
Dora Amador, periodista, Florida, Estados Unidos.
Marlene Azor Hernández, socióloga, Cuba.
Roland J. Behar, agente hipotecario, Florida, Estados Unidos.
Juan Antonio Blanco, Florida, Estados Unidos.
Rolando H. Castañeda, economista, Washington D.C.
Manuel Castro Rodríguez, professor universitario, Panamá.
Raúl E. Colón Rodríguez, traductólogo, Canadá.
Armando Chaguaceda, politólogo, Cuba-México.
Carmen B. Díaz, psicóloga, Estados Unidos.
Haroldo Dilla Alfonso, sociólogo, República Dominicana.
Alfredo Fernández Rodríguez, investigador de la Academia de Ciencias de Cuba, Cuba.
Blanca García, trabajadora social, Florida, Estados Unidos.
Vicente R. Gutiérrez Santos, economista y director de empresas, España.
René Hernández Bequet, Florida, Estados Unidos.
Ariel Hidalgo, maestro, Florida, Estados Unidos.
Eduardo Lamora, cineasta, Francia.
Pedro
Ramon López, empresario, Santo Domingo, R.D.
Alina M. López Marín, investigadora
retirada, Estados Unidos.
Antonio Llaca Busto, médico cirujano,
Venezuela.
Eusebio Mujal-León, politólogo, Estados
Unidos.
Oscar Peña, activista de
derechos humanos, Florida, Estados Unidos.
Pedro Pérez Castro, sindicalista,
Venezuela.
José Prats Sariol, escritor, México.
Ricardo Puerta, sociólogo, Honduras.
Rafael Rojas, historiador, México D.F.
Carlos Saladrigas, empresario, Florida, Estados Unidos.
Yoani Sánchez, bloguera, Cuba.
Eduardo Zayas-Bazán, professor emérito y autor, Florida, Estados Unidos.
Nota: Para añadir firma enviar a Ariel Hidalgo a: Infoburo@AOL.com
SE HA PREGUNTADO UD. QUIENES SON LOS FIRMANTES?
TODO SE SABRA
TODO SE SABRA
No comments:
Post a Comment