Antonio Maria Delgado
mdelgado@elnuevoherald.com
Oswaldo Payá, artífice del Proyecto Varela, candidato al Nobel de
la Paz y una de las figuras más activas y respetadas de la disidencia
cubana, falleció el domingo cuando el auto rentado en que viajaba con
otras tres personas se salió de la carretera luego de que fuera
embestido repetidas veces por otro vehículo en la oriental provincia de
Bayamo, dijeron sus familiares en Cuba.
El incidente tuvo lugar en una zona conocida como La Curva, a aproximadamente 15 Kms. de Bayamo.
Semanas atrás había sido víctima de otro espectacular choque en La Habana.
“Las informaciones que nos brindaron los muchachos que viajaban con
él es que había un auto intentando sacarlos de carretera,
embistiéndolos en todo momento”, dijo desde La Habana su hija Rosa María
Payá. “Así que pensamos que esto no fue un accidente, que les querían
hacer daño y terminaron matando a mi padre”.
El activista cubano
Elizardo Sánchez señaló que uno de los miembros del Comité por los DDDHH
y Reconciliación Nacional de Bayamo le dijo que vio al carro impactar
un árbol grande y después caer en una zanja. Otros testigos del
incidente especificaron que fue la parte trasera del auto la que chocó
con el árbol.
Sánchez añadió que la vía en la que ocurrió el
accidente tenía zonas en construcción y que estaba en muy mal estado,
con baches en el camino.
Por otro lado, Elizardo dijo que no
aventuraría ningún comentario sobre la posible causa del accidente hasta
escuchar las versiones de los sobrevivientes.
El deceso de Payá,
de 60 años y líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), fue
confirmado por funcionarios del Hospital Provincial de Bayamo Carlos
Manuel de Céspedes. También falleció uno de sus acompañantes, el
disidente Harold Cepero Escalante, de Ciego de Avila. En el sitio de
internet del MCL se identificó a los otros dos viajeros como “amigos
solidarios”. Uno de ellos, de nacionalidad sueca, no ha sido
identificado. El restante es el español Angel Carromero, del Partido
Popular.
Fue uno de lo sobrevivientes quien llamó a los familiares desde el hospital.
Antonio
Díaz, miembro del MCL en Miami, dijo que la esposa de Payá, Ofelia
Acevedo, confirmó que el auto había sido embestido por un camión hasta
provocar el fatal accidente.
“Las versiones que nos han dado desde
Cuba es que un camión embistió el auto un buen tramo, un buen
recorrido, hasta que salió de la carretera”, dijo Díaz. “Esa es la
versión que dan los sobrevivientes”.
Osmel Rodríguez, otro cercano
colaborador de Payá en Miami, indicó que hace unos 20 días un camión
embistió su auto en el área habanera de Boyeros. En esa ocasión, señaló
Rodríguez, el hijo de Payá le comentó: “Te van a matar, papi”.
“Lo
mataron y fue el gobierno, fue intencionado […]. “No lo denunciamos la
primera vez porque él no quiso denunciarlo, pero el carro de él quedó en
Boyero con las gomas hacia arriba”, indicó Rodríguez.
El
fallecimiento de Payá provoca un significativo vacío dentro de la
disidencia cubana, que perdió uno de sus más visibles y prestigiosas
figuras tanto a nivel nacional como internacional.
“La muerte de
cualquier opositor y en este caso un importante líder de la resistencia
interna es un motivo de luto para el movimiento cívico dentro de Cuba.
Es una gran pérdida la de Oswaldo Payá, figura cimera en la lucha por el
cambio democrático de Cuba. Es una tragedia que haya muerto, y en
circunstancias que desde ya consideramos muy extrañas”, expresó Janisset
Rivero, secretaria general del Directorio Democrático Cubano, en Miami.
Para el periodista y ex preso político Alberto Muller, también colaborador de Payá, se trata de un golpe demoledor.
“Se
pierde un gran hombre. El hombre que culminó el Proyecto Varela, el
hombre que fue nominado tres veces para el Premio Nobel de la Paz”, dijo
Muller. “Es una gran pérdida que debemos pedirle a Dios que lo
convierta en fortaleza para el movimiento oposicionista y el movimiento
disidente”.
El velatorio será este lunes en una iglesia de Cerro Habana.
Payá,
ingeniero de profesión, ganó fama internacional en la década de 1990 al
organizar el Proyecto Varela, un proceso de recolección de firmas que
buscaba forzar a las autoridades a realizar un referendo para modificar
la Constitución con miras a dar un giro pluripartidista y abrir camino a
la iniciativa privada.
Poco antes de la llegada del ex presidente
estadounidense Jimmy Carter a Cuba en mayo del 2002, Payá había
presentado las 11,020 rúbricas a la Asamblea del Poder Popular, a las
cuales luego se agregaron otras 14,000.
El Proyecto Varela fue
visto como la más grande campaña para cambiar el sistema en décadas por
parte de la fragmentaria disidencia de la isla.
Según Payá, estos
cambios, de haber sido aceptados por el gobierno y aprobados por voto
popular, habrían introducido en Cuba las libertades fundamentales.
En
ese entonces, la Constitución cubana concedía que los ciudadanos pueden
tener un referendo nacional para cualquier propuesta que tenga un
mínimo de 10,000 firmas registradas.
Poco después, la Asamblea
Nacional del Poder Popular hizo una consulta nacional a través de sus
mecanismos estatales y de masas que declaró al socialismo como
“irreversible”.
Muchos de los colaboradores del Proyecto Varela
fueron detenidos durante la ola represiva conocida como la Primavera
Negra del 2003, que concluyó con largas penas de cárcel.
Nacido el
29 de febrero de 1952, Payá era el quinto de siete hermanos de una
familia fervorosamente católica. Estudió inicialmente en una escuela de
la barriada habanera del Cerro, pero después se trasladó a un
prestigioso colegio religioso, cerrado tras el triunfo revolucionario de
1959.
Desde adolescente expresó sus críticas al gobierno de Fidel
Castro, al punto de que en 1969 lo enviaron a un campo de trabajo
forzado, las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción
(UMAP), en la Isla de la Juventud.
Cuando terminó sus estudios
secundarios se matriculó en la Universidad de La Habana en la carrera de
Física, pero al manifestar su creencia religiosa y su rechazo del
marxismo debió abandonar la casa de altos estudios. Finalmente, tomó
clases nocturnas de telecomunicaciones.
A comienzos de la década
de 1980, Payá comenzó a trabajar para el Ministerio de Salud como
especialista en equipos médicos, reparando y manteniendo máquinas de
rayos X e incubadoras para recién nacidos.
En 1986 contrajo matrimonio con Acevedo. La pareja tuvo tres hijos.
Desde
fines de la década de 1980 fundó el MCL. Su activismo le llevó
innumerables veces a prisión, así como el continuo hostigamiento de las
autoridades y turbas progubernamentales. Durante años, la fachada de su
casa permaneció pintada con consignas oficialistas y mensajes como
“Payá: agente de la CIA”.
A finales del 2002, la Unión Europea lo
galardonó con el Premio Sajarov, su máxima distinción en la rama de los
derechos humanos.
Este artículo fue complementado con servicios cablegráficos de El Nuevo Herald.
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