Friday, December 18, 2009

El patio de Karina, no es particular.

Cincuenta años después...

Hoy, el Deja Vu se apodero de mi al ver las imágenes de la familia Gálvez Chiu,

En Cuba, en la provincia de Pinar del Río, en la calle Gerardo Medina número 129 a: Eloy Gálvez, padre y abuelo, 83 años de edad, Caridad (Caruca)Chiu, madre y abuela, 74 años, Karina Gálvez, hija mayor, 40 años, Livia Gálvez, hija menor, 38 años, Idael Márquez, esposo de Livia, 36 años, Enmanuel Márquez, hijo y nieto, 11 años, Marco Antonio Márquez, hijo y nieto, 10 años, y César Abel, hijo y nieto, 7 años, le han arrebatado: un baño, una cocina y una terraza, reconstruidos por ellos en su propiedad.

He leído los testimonios en el Blog Convivencia , referente a lo que ellos consideran

La expropiación.

Según Karina Gálvez :”Estoy recordando hoy a los expropiados de la Cuba del 59 y el 60. Ver los bienes que trabajaron durante años y años caer en manos de quienes no tenían ningún derecho, ya sabía que tenía que haber sido muy duro. Pero una cosa es saberlo y otra muy distinta es vivirlo.”

Virgilio Toledo relata: “El día 15 de diciembre, la familia Gálvez Chiu, lo recordará por el resto de sus vidas. Los órganos represivos del Estado cubano son los responsables, al usurparle su patio. Aunque parezca inverosímil, todo el poder y la fuerza de un régimen, que ha optado en estos últimos tiempos por aumentar el control y la represalia sobre los cubanos y cualquier manifestación de autonomía y libertad, ha sido usado contra ellos despiadadamente. “

Idael Márquez: “Uno siempre piensa, cuando algo malo sucede, que ese es el peor momento. Hoy tengo este recuerdo como el peor de los peores. ¿Cómo encontrar la forma de consolar al mayor de mis hijos? ¿Cómo explicarle que ya su palomar no puede estar donde estaba, que ya sus juegos no pueden ser como antes, que ya su patio no es suyo? Sencillamente no tenía fuerzas.”

¡Y que pena !

Lo viví, lo sentí y mi mente se transporto a aquel entonces, donde todo “supuestamente era justo y equitativo” y en nombre de la revolución se cometían los mismos atropellos.

Recuerdo a mi padre. Recuerdo la misma historia y no por haber sido batistiano. Era apolítico. Ese ensañamiento y ese afán de destrucción que revolucionaba por esos tiempos. Una casa o un coche ya se convertía en signo de envidia.

Mi única propiedad en aquel entonces , era una simple bicicleta y al montarme en el taxis rumbo al aeropuerto no habían pasado viente minutos y ya estaban tocando a la puerta. para en nombre de la revolución del pueblo, tenia que ser entregada.

Y según me contaron, mi madre , con un temple increíble salirle al paso y decirles: Si el carro era malo, si era un lujo y si noche a noche venían de madrugada por el carro para paseos y revolicos de los milicianos; hoy , este es mi transporte personal. No se la dejo quitar.

De mas esta por decir que el Jeep lo llevaron de Matanzas hasta Placetas en segunda (ignorancia) y regreso fundido y mi padre lo vendió.

Al salir mis padres le reclamaron el importe del Jeep y gracias a amistadas de mis padres, salieron de Cuba al poder pagar el importe, no de lo que era de la revolución , si no de su sudor.

El Deja Vu hoy lo tengo al máximo.

‘Es un muro en un mundo que está tumbando muros’

El patio de Karina, no es particular.

El muro que siempre ha existido

Y nada ha cambiado.....Y con mas firmeza me digo........Prohibido Olvidar.

2 comments:

  1. Historias que impactan porque han sido vividas...que leccion para el mundo complaciente frente a Cuba...

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  2. Cuando no se respeta la propiedad privada, ocurre eso.

    saludos

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