CON LOS CHILENOS :LAS PENAS... SE AÑADEN

Angélica Mora
Texas

Apuntes de una Periodista



"Las penas y las vaquitas
se van...por la misma senda...
Las penas son de nosotros,
las vaquitas, son ajenas".

"El Arriero"
canción chilena

Aunque nací en Santiago de Chile mi madre era de la 7 región, que es la forma en que ahora se divide mi país de origen.
Mi madre nació en un pueblo llamado Los Angeles, en la provincia de Bío-Bío.
Toda esa región está hoy devastada por el terremoto y aún no sabemos la suerte de muchos familiares -míos y de mi esposo- que, como es verano se habían adentrado en la cordillera a pasar el fin de semana.

Otros viven en Villa Alegre, provincia del Maule y habían acordado juntarse e irse a acampar en La Laguna del Maule, una región bellísima, sin pensar que la naturaleza tenía otros planes.

Es la región vitivinícola por excelencia y en mi casa se hacen vinos que compiten con los mejores de Europa y Estados Unidos, pero... es una zona altamente telúrica.
La casa solariega -llamada La Arena- quedó intacta y sólo un mueble pesadísimo dicen que danzó con los movimientos y fue a dar a la entrada del patio.
La casa del pueblo de Villa Alegre -más nueva- quedó destruída y una prima, que no quiso ir de campamento con la familia porque su madre no se sentía bien, hoy está sola con ella, viviendo en el patio en una carpa.
Se ha pedido a carabineros que averiguen la suerte de nuestra familia en la montaña y la Laguna del Maule, pero han dicho que tienen que preocuparse y buscar entre los escombros de las calles del pueblo primero, antes de abrir el camino y adentrarse hacia la cordillera.
De mi sobrina Marilyn no se nada.

Mi amiga Rosita que estaba de vacaciones quedó en Viña del Mar y me cuenta que su departamento en el piso "13" se agitó como coctelera, pero está a salvo. No sabe como está su casa de Santiago y está ahora viviendo dentro de dos automóviles con sus dos hijas, porque las réplicas del terremoto son seguidas y algunas fortísimas.

Desde el nacimiento los chilenos emergemos con lo que llamamos "cultura sísmica" y sabemos cuando está "como para temblar" ya que el aire se pone pesado, los animales se inquietan y hay algo especial que adelanta a veces, que puede venir un temblor fuerte.
Sin embargo el que acaba de estremecer mi país ha sido el más grande de su historia, luego del terremoto de Chillán de 1939.

Mi familia de Bío Bío es de apellido Manosalva, porque según nos contaban, un antepasado había salvado la vida a alguien y de ahí el apellido, adquirido luego que la gente le comenzó a decir ahí va "el mano-que-salva" y se quedó en eso: Manosalva.

Hoy, después de tantos años, espero que alguien esté cerca y pueda tender una mano como lo hizo mi tatarabuelo y salvar a mis seres queridos, perdidos en la cordillera y la región de la Laguna del Maule.
Es lo único que pido, después de acumular en estos días tantas penas ajenas, pero que se convirtieron, sin saberlo, en mías.