DETRÁS DE LA SOTANA

Angélica Mora

Nueva York

Apuntes de una Periodista

Este súbito interés de la iglesia católica cubana -y en especial del Cardenal- por los gladiolos huele a aplicación de abono.

No es que haber ayudado a levantar "la veda" a las marchas de las Damas de Blanco no sea bueno. Es lo que se esconde detrás de la sotana lo que inquieta, en especial la advertencia que "el buen gesto" y "un paso novedoso" serán temporales, por lo menos por el mes de mayo...

El Cardenal Jaime Ortega ya lo advirtió:

"...Me dijeron que por lo menos durante el mes de mayo (podrán desfilar) y que veríamos después si todo había marchado bien y no había habido nada extraño''.

Y aquí surgen toda clase de preguntas:

¿Temporal? ¿Por qué temporal?. ¿Por qué no una apertura real?

¿Qué es marchar bien?

¿Qué puede haber de "extraño"?

Las preguntas se contestan solas.

No es que el gobierno de la Habana haya cedido. Es que era el único medio para lograr un respiro y tomar aire... para seguir adelante con la represión.

Lo que pasó fue que Raúl Castro y sus acólitos se vieron atrapados en la repulsa internacional ante el maltrato a las Damas de Blanco y buscaron la ayuda de la Iglesia, que se prestó al juego, sin reflexionar que está sirviendo a un mal amo en este asunto altamente terrenal.

Los Castro-según la historia- siempre han encontrado amparo detrás de una sotana en momentos difíciles y éste era uno muy especial, con una presión foránea extraordinaria e intolerable, para que cesaran las acciones de acoso y hostigamiento al grupo de mujeres, que piden sólo la liberación de sus seres queridos.

El cambio verdadero, y que habría sido un triunfo para la Iglesia en este extraño contubernio, habría sido liberar a los presos políticos. Ahí sí se habría solucionado un gran problema de tensión para el régimen:

No más marchas. Guillermo Fariñas depondría su huelga y el mundo habría visto un cambio realmente favorable por parte del Dictador Designado.

Pero nada de esto sucedió. Se trata sólo de un respiro.

La bocanada de aire no ha sido en realidad para las Damas de Blanco.

El oxígeno ha sido para Raúl Castro que, como siempre, ha ganado tiempo para pensar otro métodos... menos visibles pero a lo mejor más violentos y efectivos para acallar al grupo.

Quizás meterlas en prisión una a una, como ya comenzó a hacerlo con Dania Virgen.

Y lo que es aún más preocupante...que le comiencen a ocurrir "accidentes extraños", de los cuales el gobierno se lavará -como Pilatos- las sangrientas manos.

El momento es todavía más tenso y peligroso de lo que se cree. El gobierno no va a cambiar, no lo ha hecho por más de medio siglo.

Hay que estar atentos a lo que ocurra, porque la tregua no es para largo y sólo durará hasta que la cúpula gobernante de La Habana lo quiera, pese a las palabras conciliatorias de la Iglesia que, una vez más, ha llegado demasiado tarde y actúa solo a favor de una de las partes en esta clase de ayuda.