GLADIOLOS EN LA HOJARASCA

Angélica Mora

Derechos Humanos/ Apuntes de una Periodista

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Cubamatinal/ Dentro de la borrasca que envuelve a Cuba, con sus fuertes vientos encontrados, hay un grupo que se ha mantenido inconmovible y nadie ha podido doblegar. Son las Damas de Blanco, que con su vocera a la cabeza, han sabido resistir el vendaval desde sus comienzos.

Por Angélica Mora

Nueva York, 12 de julio/ Nada ha podido opacar la luz que irradia el grupo y hoy es el faro en medio de la confusa niebla que envuelve las negociaciones para excarcelar a los presos políticos cubanos.

Las palabras de Laura Pollan este domingo reafirman promesas anteriores que “mientras quede un preso político y de conciencia habrá Damas de Blanco. Esa fue la palabra que empeñamos desde un principio y las Damas cumpliremos”.

Sobre la situación actual de algunos de los 52 presos -cuya excarcelación y viaje a España junto a sus familiares ha sido anunciada por la Iglesia católica en días pasados- Laura Pollán indicó que 20 de los 26 hasta ahora consultados, están dispuestos a salir del país, en tanto 6 han planteado que se quedarán en su Patria.

Respecto al estatus legal de los reos que saldrán de las prisiones, la vocera manifestó que “ni la Iglesia nos ha dicho nada ni el Gobierno, no podemos decir si es un destierro para ellos, aunque se ha dicho que los familiares pueden regresar y conservar sus propiedades”.

Esposas, madres y otros familiares asistieron este domingo a misa en la iglesia habanera Santa Rita de Casia, después marcharon y al regreso rezaron arrodilladas frente al templo para agradecer a Dios la próxima liberación de los presos.

Hasta el momento, muchas no saben en qué momento sus seres queridos serán excarcelados, ni si saldrán al destierro. El grupo piensa en colectivo y se alegra al saber que hay miembros que han logrado su objetivo de lograr la liberación de sus familiares.

En medio del cinismo del gobierno cubano, quien trafica con los presos como si estos fueran esclavos, la actitud firme y clara de este grupo de mujeres dignas, reafirma que siempre hay flores como el gladiolo, que no se quiebran pese al viento, en medio de la hojarasca.