Por Iliana Curra
Esta entrevista realizada por Mauricio Vicent a Héctor Palacios, donde lo llama "líder de la disidencia", me da la satisfacción de lo que siempre he denunciado. El título dice demasiado "Es el paso más serio que ha dado el gobierno en los últimos 50 años". ¿Será posible tanta desfachatez? ¿Es que la memoria histórica se le ha perdido a este señor? Vamos, Palacios, que nos conocemos bien. Olvidas tus colaboraciones con la dictadura en la Operación Arcoiris en 1994 donde sacaron a tanta gente de la oposición vía Guantánamo. ¿Cuál era el propósito? El mismo de ahora: sacar a los presos políticos y sus familiares de la isla, además de eliminar a las Damas de Blanco. Para eso también colaboras. Hacer una reunión con unos 200 opositores en un hospital donde, supuestamente, no dejaban entrar a nadie y no permitían visitas, resulta que reuniste a tanta gente para pedir que levantara, no la huelga de hambre, sino la protesta. La huelga no era de hambre, al menos técnicamente. La alimentación parenteral así lo decía. ¿Cómo fue posible esa reunión con tanta gente? Vamos, Palacios, que te conozco. Engañarás a algunos cuantos. A mí, no. Y eso de que hablaste con Obama varias veces, realmente es risible. Fue una vez y en un pasillo apurado. Te aprovechas de la falta de información en la isla para engañarlos. Eres realmente un farsante. Siempre lo has sido. El objetivo mayor de la dictadura, y el tuyo, es que levanten las restricciones, tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea. Sigue luchando en ese camino que es el tuyo. Yo seguiré en el mío que es todo lo contrario, y el de denunciarte a tí y a gentes como tú. No lo dudes.
"Es el paso más serio que ha dado el Gobierno en los últimos 50 años"
MAURICIO VICENT - La Habana - 11/07/2010
Héctor Palacios (Villa Clara, 1943) es uno de los miembros más famosos del Grupo de los 75. En la primavera de 2003 fue condenado a 25 años de cárcel, pero debido a su delicado estado de salud fue liberado en 2007. El Gobierno le autorizó a viajar a España para recibir tratamiento médico, pero él puso como condición poder regresar. Lo hizo en septiembre de 2008 y desde entonces sigue en su lucha como coordinador de la Unidad Liberal de la República de Cuba, una de las plataformas opositoras más importantes. Acaba de regresar de Santa Clara, después de lograr que el disidente Guillermo Fariñas, vicepresidente de su organización, abandonara una huelga de hambre que ha durado 135 días.
Pregunta. ¿Ha sido difícil convencerle?
Respuesta. Bueno, ha sido un proceso. Él siempre dijo que hacía la huelga para lograr la excarcelación de 26 presos enfermos, pero que no era inflexible, que si el Gobierno se movía él también se movería.
P. ¿Qué representa la decisión del régimen de excarcelar a los miembros del Grupo de los 75?
R. Es el paso más serio que ha dado el Gobierno en los últimos 50 años en busca de una concordia nacional, y puede abrir una nueva etapa. Si el Gobierno empieza a dar pasos sería bueno para todos. La primera condición para hacer cualquier cosa era que no hubiera presos políticos.
P. ¿A qué se debe el cambio de actitud del Gobierno?
R. Hay razones políticas, sociales y económicas que indican que el Gobierno no tenía otra alternativa. El momento es crítico y el régimen lo sabe, necesita soltar lastre. Pero es sobre todo un triunfo de las fuerzas democráticas de Cuba.
P. ¿Cree que tendrá implicaciones políticas, que se ampliarán los márgenes de la disidencia?
R. Probablemente. El que un Gobierno tan intransigente haya decidido liberar a los presos es importante. Creo que con Fidel no se hubiera hecho. El día que fui a ver a Fariñas hice una reunión con 200 activistas en el hospital y no pasó nada. Han soltado a algunas personas que estaban pendientes de juicio, a otros, como a Darsi Ferrer, lo han juzgado y puesto en libertad condicional...
P. El Gobierno ha puesto como condición que los presos salgan del país...
R. Ayer mismo me llamó desde la cárcel el prisionero del Grupo de los 75 Eduardo Díaz Fleitas [condenado a 20 años de cárcel]. Le acababa de llamar el cardenal Jaime Ortega para comunicarle que sería excarcelado con otro grupo de presos, y él le dijo que no quería irse del país. El cardenal le contestó que era su decisión y había que respetarla, y que eso no iba a afectar a su excarcelación. Otra cosa es que la mayoría de los presos sí quieren irse, y es su derecho.
P. ¿Cree que el Gobierno prepara el terreno para otros cambios? ¿Comenzarán las reformas?
R. Si no hacen reformas económicas esta revolución no dura un año más. La ineficiencia es absoluta y no hay estímulos para producir. La deuda externa es gigantesca y Cuba necesita créditos, y para eso no puede tener presos políticos. Es la primera vez que yo veo un camino por el cual se puede transitar, ahora dependerá de los límites que ponga el Gobierno.
P. ¿Cuál debiera ser el papel ahora de la UE y de EE UU?
R. Cuando salí de Cuba estuve con Obama y hablé con él varias veces. Él me preguntó qué se podía hacer. Yo le dije: no le pido que quite el embargo porque eso es muy difícil, pero hay que ir desmantelándolo. Le comenté que algunas medidas podrían ser permitir los viajes de los exiliados y el envío de remesas [ya lo ha hecho], y también autorizar los viajes de norteamericanos [en estos momentos se discute en el Congreso]. Todo eso ayudará a que Cuba se abra.
P. ¿Y la UE?
R. Ya no hay razón para mantener la Posición Común de la UE. Lo importante ahora es que se mueva todo el mundo. Cuba dio un primer paso que sirve para desatascar cosas, pues ahora a moverse todos, que no se estanque la cosa; esto es un proceso que comienza y sería estúpido quien lo pare.
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