PLATO INFERNAL

Fidel Castro empleó con éxito la estrategia política del plato infernal de "Arroz con Mango y Gato por Liebre"… ahora le tocó el turno de prepararlo y servirlo al hermano.

Si se me permitiera una sola palabra para designar a los Castro ésta sería: Diabólicos.



Por Angélica Mora

DIARIO DE AMERICA

Si se me permitiera una sola palabra para designar a los hermanos Castro ésta sería: Diabólicos.
Con ese sentimiento infernal han gobernado durante más de medio siglo y con él continúan -sin que la comunidad internacional levante un dedo- manipulando las vidas de los cubanos bajo el principio de No Intervención de los Pueblos, que ellos han violado sistemáticamente.

Las mentes diabólicas de ambos dictadores siempre han funcionado a la perfección desde que tuvieron la idea de apropiarse en forma indefinida de la Isla de Cuba.

En estos días, se hace aún más patente la perversidad al tratar de confundir a la opinión pública internacional sobre los reos de conciencia cubanos al mandar al destierro a presos políticos pacíficos, mezclados con reclusos que han usado la violencia en su lucha contra el Régimen.

Hay muchos observadores de la situación que creen que este plato de "Arroz con Mango, acompañado de Gato por Liebre" se preparó como técnica diversionista, para crear confusión y que el público dentro y fuera de Cuba piense que todos los desterrados son iguales a los violentos, que atentaron contra el gobierno.

Por otra parte, el Régimen quiere parecer como magnánimo y desea hacer creer que, pese a estos antecedentes de violencia, se les ha "liberado". Y con esta perversa medida mete a todos en el mismo saco.

Como Fidel Castro empleó con éxito esta estrategia política del plato infernal de "Arroz con Mango y Gato por Liebre" durante el Éxodo del Mariel, ahora le toca el turno de prepararlo y servirlo al hermano.

Por eso en las listas figuran 11 presos que no corresponden al grupo de los 52 activistas que quedaban de los 75 detenidos mientras realizaban actividades pacíficas durante la Redada de la llamada Primavera Negra en el 2003 y condenados a largos años de prisión.

Siete de estos once reos fueron condenados por tratar de secuestrar lanchas para escapar de Cuba, algunos robaron documentos en las dependencias oficiales donde trabajaban y hay por lo menos uno acusado de haber tratado de eliminar a Fidel Castro.
Hay otros que caen en un limbo difícil de precisar, pero no son reconocidos como activistas propiamente tales.

En el “nuevo listado” de 14 presos, sólo el abogado Rolando Jiménez Posada, acusado de revelación de secretos de la Seguridad del Estado y desacato, era considerado un prisionero político. Jiménez Posada viajó con su familia a la Republica Checa el pasado 26 de octubre.

Aunque todos son víctimas y deberían ser puestos en libertad por estar acusados de delitos envueltos en la nebulosa de la duda debido a que luchan contra una Dictadura implantada por la fuerza, hay que hacer las distinciones de activistas pacíficos -como lo es el grupo de los 75- y los que han empleado la violencia en su enfrentamiento contra el Régimen o al tratar de huir de Cuba.

La desesperación motivó a Joel Torres González y Rolando Damas Domínguez a participar con otros seis en un fallido secuestro de una lancha gubernamental en Gibara, poblado a 30 kilómetros de Holguín.

El mismo Fidel Castro participó, a través del teléfono, en las negociaciones para que los secuestradores se entregaran.

Estos dos presos fueron añadidos esta semana a una lista de 14 reclusos que aceptaron viajar a España tras su inminente excarcelación, luego de las gestiones del Cardenal Jaime Ortega.
Pero sus nombres no figuran como sancionados por motivos políticos en los registros de los activistas de derechos humanos y organizaciones disidentes dentro de la isla.

Dos años antes, en abril del 2003, Fidel Castro había dirigido por teléfono las negociaciones con tres jóvenes que tomaron la lancha de Regla para escapar a Estados Unidos. Los jóvenes fueron arrestados y fusilados en un proceso sumarísimo.

El régimen de La Habana no ha dado razones para las excarcelaciones del grupo que cumple condenas por delitos de violencia -que van desde piratería, lesiones y salida ilegal hasta tenencia de armas de fuego y terrorismo- y que se insiste, no es reconocido como político por los disidentes cubanos ni por las distintas instituciones internacionales de Derechos Humanos.

Como se percibe, esta es otra acción que revela hasta dónde puede llegar la diabólica malicia del gobierno de La Habana, cuyas autoridades además se burlan e incumplen el acuerdo de poner en libertad al grupo de 13 presos políticos que se niega a salir de Cuba y cuyo plazo para sus excarcelaciones se cumplió el pasado domingo.

Ellos son:

1- Pedro Argüelles Morán (condenado a 20 años)
2- Oscar Elías Biscet (25 años)
3- Eduardo Díaz Fleitas (21 años)
4- Luis Enrique Ferrer García (28 años)
5- José Daniel Ferrer García (25 años)
6- Diosdado González Marrero (20 años)
7- Iván Hernández Carrillo (25 años)
8- Librado Linares García (20 años)
9- Héctor Maseda Gutiérrez (20 años)
10- Angel Juan Moya Acosta (20 años)
11-Félix Navarro Rodríguez (25 años)
12-Arnaldo Ramos Lauzurique (18 años)
13-Guido Sigler Amaya (20 años)