Angélica Mora
Texas
Apuntes de una Periodista
Unas simples líneas, todavía envuelta en la euforia del triunfo electoral del 2 de noviembre.
Yo puedo seguir así por un tiempo, lo que no es aconsejable es que a los que triunfaron se les suba el humo a la cabeza y pierdan todo lo ganado.
Hay que estar alertas y no perderse en los vericuetos políticos y las trampas, que se iniciaron desde el momento mismo en que se hicieron públicos los resultados.
Lo que sucedió en las urnas este martes fue la puesta en acción de la máxima:
"Se puede engañar a algunos todo el tiempo y se puede engañar a pocos mucho tiempo, pero es imposible engañar a todos todo el tiempo".
Los resultados demostraron que las promesas fallidas de mejorar la economía y la falta de patriotismo fueron el combustible que avivó la llama del disgusto del electorado contra Washington y sus dirigentes.
Los votos demostraron la atmósfera de descontento y de desesperación ante una situación económica en la que más de 1 millón de personas no pueden encontrar trabajo.
También estuvo presente en el resultado de las urnas, el malestar del electorado frente a la pérdida de los valores patrios y acciones de flaqueza ante naciones consideradas enemigas de los Estados Unidos. De ahí, la victoria arrasante de los candidatos cubanoamericanos en estas elecciones.
El triunfo de los republicanos Marco Rubio, David Rivera, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart reforzará la presencia cubanoamericana en el Congreso, a la vez que les dará mayor autoridad y un perfil mucho más destacado, para gran dolor del régimen de La Habana.
Marcos Rubio, el primer senador cubanoamericano nacido en Miami,tuvo emotivas invocaciones a Dios y expresó orgullo por sus padres exiliados.
Asimismo, advirtió a su partido que la victoria electoral del martes es una segunda oportunidad para cumplir con las promesas que quedaron en el aire.
El empuje republicano llevó también a Rick Scott a la gobernación de la Florida.
Sus primeras palabras al conocer los resultados fueron "la Florida está abierta para los negocios".
Que siga así esta victoria hasta el 2012, sin que se desmorone el trabajo de devolver los valores a esta gran Nación, cuya mayoría fue engañada ante sueños incumplidos que se transformaron, antes de dos años, en pesadilla.
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