Autor: Redacción EL MUNDO
16 de Abril de 2012
Presidentes disgustados, una cantante que olvida la letra de sus interpretaciones, una “guayabera” que nadie se puso y muchas curiosidades más, dejó la VI Cumbre de las Américas realizada en nuestro país.
Muchos fueron los lunares que dejó la VI Cumbre de las Américas que se celebró en la ciudad de Cartagena de Indias. La cantante colombiana Shakira olvidó el himno nacional de su propio país, el presidente Obama nunca se puso “guayabera”, y los mandatarios de Argentina y Bolivia se fueron disgustados de la cita continental. Una Cumbre particularmente curiosa.
La barranquillera Shakira fue la elegida para entonar las notas del himno de Colombia en la inauguración de este magno evento de jefes de Estado. La sorpresa fue que la cantante olvidó la letra del himno de su propio país y causo un gran revuelo en la opinión pública.
“La hubieran puesto a cantar el himno de España y lo hubiera hecho mejor; Shakira necesita Teleprompter para cantar el himno”, y muchos comentarios más de este calibre, son los que se pueden apreciar a través de las redes sociales, condenando el craso error de la intérprete colombiana.
Otra de las curiosidades fue la “guayabera” que diseñó el cucuteño Édgar Gómez para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El dignatario nunca utilizó la camisa en ninguno de los eventos a los cuales asistió. Siempre manejó su mismo atuendo elegante porque según los expertos en el tema, “el mandatario estadounidense no debe utilizar prendas que son tan típicas en Cuba en plena época de reelección”. Cabe resaltar que Obama pagó cumplidamente los 400.000 pesos que el diseñador colombiano le cobró por la bien elaborada prenda de vestir.
Pero Obama no fue el único funcionario norteamericano que aportó a los datos curiosos de esta Cumbre. La segunda funcionaria del Gobierno en los Estados Unidos, Hillary Clinton, se dejó contagiar por la rumba en las noches de Cartagena y terminó disfrutando el pasado sábado de unas cuantas cervezas con algunos de sus amigos en La Havana, un particular bar en la ciudad “amurallada” en donde se oyen los ritmos típicos de Cuba.
Por otra parte, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, también dio mucho de qué hablar al abandonar en la mañana de ayer la VI Cumbre de las Américas intempestivamente.
Al principio se dijo que la mandataria había abandonado la Cumbre Oficial porque el tema de Las Malvinas no se tuvo en cuenta en la declaración final. Por este mismo motivo y en solidaridad con Kirchner, Evo Morales, presidente de Bolivia, también habría abandonado la cita continental. Sin embargo, horas más tarde el presidente Juan Manuel Santos aseguró que su homóloga tuvo que regresar a Buenos Aires por problemas que tiene en su país.
“Me había dicho que tenía que volver pronto. Tiene una serie de problemas en Argentina pero nos despedimos con el cariño y la amistad de siempre”, declaró el jefe de Estado colombiano en la rueda de prensa final de la VI Cumbre de las Américas.
Estas y muchas más fueron las curiosidades que dejó el evento político en nuestro país. Una cita continental en donde si algo quedó claro es que no fue la Cumbre que todo el continente estaba esperando.
“Gringos” se robaron la atención
La “negligencia” de los agentes de seguridad del presidente Barack Obama se robó definitivamente la atención en el inicio de la VI Cumbre de las Américas en los medios de Estados Unidos y algunos de nuestro país, los cuales apuntan a que este es el mayor escándalo de la historia del Servicio Secreto.
La supuesta relación con prostitutas de los agentes reemplazados poco antes de la llegada de Obama a Cartagena de Indias, se convirtió en toda una distracción de los asuntos tratados en el foro regional.
A medida que los titulares aumentaban de tono, fuentes gubernamentales se apresuraron a aclarar que ninguno de los agentes se encargaba de la seguridad personal del presidente, sino que formaban parte de una delegación encargada de vigilar posibles amenazas antes de su llegada a la ciudad.
Sin embargo, será difícil que el incidente no deje una mancha en la imagen del Servicio Secreto, que ya investiga a los agentes acusados de “negligencia” a través de su fuerza interna, la Oficina de Responsabilidad Profesional.
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