Cary Roque, periodista, 16 años de cárcel bajo el castrismo
Cary Roque, periodista y ex presa política cubana
Conocí a esta gran mujer en medio de manifestaciones y reuniones en
tribunas internacionales en contra de la dictadura de los Castro. En
su exilio de Miami continúa ejerciendo el periodismo y contando su
verdad, mientras analiza con vehemencia pero sin fanatismos, la historia
más reciente de su país. Cuando ha visitado París, por razones de su
activismo político, va de metro en metro, acompañada de sus
compañeras de prisión, o del brazo de otro preso político, Ernesto Díaz
Rodríguez, condenado a 40 años de cárcel, quien cumplió 22 años, de él
he escrito en las páginas de este periódico.
Cuando Cary Roque fue condenada a veinte años de prisión (cumplió 16) era una hermosa muchacha habanera de 19 años, plena de sueños y esperanzas. Actriz, locutora, estudiante de periodismo en la escuela Márquez Sterling.
Ahora los años han pasado y vive en Miami. Nos comunicamos por email.
Ojalá pueda pasar pronto por París, o yo tomar un avión hasta la
Florida, para volver a compartir la actualidad de Cuba y del mundo, como
sólo ella puede hacerlo, sonriente, inteligente, siempre plena de sueños y esperanzas, y ¡tan generosa!
Cary Roque, a la edad en la que la encarcelaron.
ZV: -¿En qué parte de Cuba naciste? ¿Cómo fue tu infancia y tu juventud?
CR: - Nací en la Habana, y crecí en el barrio de San Lázaro, de mi
infancia tengo los más gratos recuerdos, de una madre abnegada y un
padre jovial, protector tanto conmigo como con mi hermana Gloria; eran
épocas donde el barrio era de todos y no existía ni la vigilancia ni el
temor al vecino. Cuando había festividades como las Pascuas y Nochebuena
ibamos de puerta en puerta, como una gran familia. Entonces se
produce el golpe militar tengo solo 11 años, pero sí marcó mi vida, por
mi tío Enrique, un hombre que amaba tanto la democracia y sufrió ese
golpe enormemente. Él estaba vinculado al Partido Auténtico; a
los pocos meses tanto el Congreso, como la Cámara de Representantes
fueron abolidas -él era Delegado del Partido-sufrió un infarto y murió.
Su velatorio se convirtió en una especie de protesta contra la violación
constitucional.
ZV: -Sé que hablar del segundo período del presidente Fulgencio Batista no es cómodo para una buena cantidad de personas. ¿Crees que se podría hacer una valoración honesta de esa parte de la historia, sin miedos y sin pasiones?
CR: Creo que Batista, al romper nuevamente el orden constitucional,
dio mucho margen a lo que se gestó, se canalizaron muchas fuerzas
opositoras y Castro supo manipular la situación a su favor para eliminar
futuros adversarios. El estudiantado fundamentalmente sufrió
las mayores bajas y le despejaron el camino. Batista escogió malos
asesores -claro, eso se reflexiona ahora, mediante la experiencia-;
creo que nunca en realidad vio el terrible destino que Castro le
impondría a Cuba, y esperó mucho para negociar el poder equivocadamente,
ya había mucha muerte y violencia en el país. Batista huyó y dejó el
país al garete…
ZV: -¿Qué esperabas de la revolución castrista?
CR: -Castro no era el líder popular, pero se apoderó de ese liderazgo y al tomar el poder, comenzó la gran purga de jóvenes democráticos y de valores que lucharon contra Batista y no a favor de Fidel. Lo demás ya lo hemos visto hasta hoy…
ZV: -¿Qué fue lo que produjo que te decidieras por un enfrentamiento a Fidel Castro y a los demás barbudos?
CR: - La revolución de la mano de Castro pronto demostró que había que tomar la lucha nuevamente, porque
él no era un “dictador de bolsillo”. Estábamos frente a una doctrina,
significó la desaparición de todos los factores sociales, políticos y
económicos del país, la desmantelación de los derechos ciudadanos, y la
implantación de métodos nunca antes vistos en Cuba -como la pena de
muerte-. Eso me marcó profundamente. Había crecido en un
ambiente donde las discuciones políticas eran cotidianas, pero nunca se
llegaba a extremos, mi madre era ortodoxa, mi padre radical y mi tío
Enrique ‘auténtico’. Las discusiones llegaban a ser pólvora que se
apagaba en familia…
Mi enfrentamiento nació de la inconformidad, sobre todo en el medio
donde laboraba, tomado por los “revolucionarios y convertido en centro
de proseletismo; pasé a la acción vinculándome al MRR (Movimiento de
Recuperación Revolucionaria), y al Movimiento 30 de Noviembre. Conspiré, no lo niego, utilicé las mismas herramientas que ellos habían empleado, la lucha… Como que ellos penetraron muchos movimientos clandestinos y el 17 de Abril de 1961, fuimos casi todos desarticulados.
Cary Roque junto al poeta y ex preso político Ernesto Díaz Rodríguez
ZV: -¿Por qué delito te condenaron y a cuántos años?
CR: -El 22 de Septiembre de 1961, causa 238 fui condenada en
un juicio sumario a 20 años de prisión, por acciones de terrorismo y
sabotaje -da risa-, mi fiscal Fernado Flores Ibarra, un verdadero un
asesino, juzgaba a jóvenes apenas salidos del cascarón. En mi
juicio vi partir al paredón a hombres valientes, jóvenes; uno de ellos
junto a su esposa embarazada y también condenada en el mismo juicio. El
niño nació meses después en el Hospital de Guanajay cerca de la cárcel
donde su madre cumplía sentencia.
ZV: -Flores Ibarra murió recientemente, vivió además como un pachá,
de embajador del castrismo, incluso estuvo en París, y montó negocios en
Chile al final de su vida, el pueblo le llamaba Charco de Sangre.
¿Me puedes hablar abiertamente del tipo de tortura física y psicológica
que se suministra a las mujeres en las cárceles castristas?
CR: - ¿Me pides que hable de la carcel?? Te respondo que el
experimento más diabólico, cruel e infrahumano creado por la dictadura,
fue el Sistema Penitenciario Castrista, golpizas, castigo, traslados,
encerramientos en celdas tapiadas, falta de asistencia médica. Todo un
proceso destinado a destruírte física y espiritualmente… Meses sin
visita, intento de confinación con presas comunes… No recuerdo un día,
un sólo día de calma o tranquilidad. La desesperación por hambre, sed.
El tener tu menstruación y como animalitos romper un pedazo de tela,
porque hasta las toallas sanitarias te negaban, para humillarte… Pero
eso, lejos de apaciguar nuestra rebeldía, nos hacía mas fuertes, porque
estábamos convencidas que nuestra lucha era justa y necesaria, ante
tanto abuso… Lo triste es que la familia lo padeció doblemente, y
al menos en mi caso se cobró lo que más quería: Mi madre fue
enloqueciendo poco a poco, y terminó sus días en un hospital para
dementes en la Florida en 1986. Por eso siempre digo Prohibido Olvidar.
ZV: -Eras una mujer joven entonces, todo aquello te cambió la vida. ¿Es un cambio para siempre?
CR: -La carcel cambió mi vida y mucho. Aprendí el vedadero
valor de la vida misma, y que hasta las pequeñas cosas son importantes
en el crecimiento propio, aprendí a valorar cada espacio que la vida me
brindaba. Crecí al lado de mujeres, presas todas, con tantos valores,
que traté de recoger de cada una de ellas lo mejor, desde la valentia,
hasta la abnegación de madres que se mordían las lágrimas cuando se
despedían de sus hijos pequeños en cada visita. Desde la campesina sin
cultura pero que amaba su tierra con ovarios, hasta la médico que
sacrificaba su carrera para no ser intrumento del mal.
ZV: -Hace poco leí algo sobre un escritor sirio que escribió un libro
sobre el odio, al parecer favorable al odio que se siente en contra de
las dictaduras, si eso lo hubiera escrito un cubano, otro sería el
cantar… ¿Por qué los opositores cubanos todos, o la gran mayoría, sin
excepción, hablan de pacifismo y no de levantamiento popular? Tengo la impresión de que es como una orden que les han dado desde algún gobierno de izquierdas, fuera de Cuba. Sean
pacifistas, igual les prometen hasta el Premio Nobel. Es como si todos
quisieran ganarse más el Premio Nobel que luchar verdaderamente por la
libertad de Cuba.
CR: - Me preguntas sobre el odio… Todavía hoy en día, le pido a mi yo
interno que no me deje odiar, porque el odio es mezquino y no reconoce
rivales, pero sí creo y sostengo que para que el odio no exista tiene
que haber justicia en la Cuba del futuro. ¡Yo no creo en el borrón y cuenta nueva!
Sobre la posición de la oposición pacífica en Cuba, creo que comenzó
como una buena estrategia, pero que se perdió por el camino. ¿Por qué te
digo esto? Sencillo, era una forma de demostrar la crueldad ante el
mundo de un régimen contra una oposición desarmada, sin violencia
-recuerda que en mis tiempos de lucha ellos se basaba en la teoría de
que eramos violentos, como si “ellos” hubieran sido angelitos-. Pero en
este caso más reciente no podían argumentar la violencia contra la
violencia porque no existía; y cuando te digo que se perdió la
estrategia por el camino, es porque se han encerrado en ellos mismos,
exponiendo mucho al exterior pero no han logrado captar a la ciudadanía.
Bajo mi punto de vista, el pueblo los ve, como un grupo de
cubanos inconforme pero sin destino, y no se suman por esa razón a la
causa de la libertad de Cuba… Además, yo creo que el régimen ha
manejado muy bien las infiltraciones, delaciones y el problema de ayuda
económica que reciben desde el exterior, para señalarlos como grupos
con intereses. Creo que ese factor lejos de beneficiarles les ha puesto
una zancadilla con un pueblo plagado de envidias y desconfiado.
ZV: -¿Qué piensas del papel del Cardenal Jaime Ortega y Salamino y de otros prelados en relación a los presos políticos, al pueblo cubano, y de su relación con el régimen? Conociendo que la iglesia ha sido perseguida en Cuba en el pasado…
CR: -Sobre la postura de Jaime Lucas Ortega, es más que reprochable,
es para mi criterio una herramienta de los intereses del Vaticano que le
ha venido muy bien a Raúl Castro. Se ha convertido en vocero del
régimen, y dejó de ser el pastor de su rebaño. Creo que en el fondo
guarda algo de resentimiento por el pueblo cubano, que no supo defender
su fe en momentos difíciles, cuando ellos eran los segregados. No
soy católica practicante, pero si lo fuera, me avergonzaría de este
Cardenal, como también de Tomas Wenski. Uno en la Habana y otro en
Miami, unidos para limpiarle el rostro a los ateos y asesinos del pueblo
cubano.
Cary Roque en una tribuna internacional, al fondo la ex presa política Iliana Curra
ZV: -¿Qué ha significado el exilio para tí? Has sido
periodista, pero además has sido una voz potente como ex presa política y
como mujer en varios forums internacionales de gran importancia, ¿podrías
explicarnos qué importancia le das a esos testimonios, los tuyos, los
de tus compañeras, presas políticas al igual que tú?
CR: - Sobre el exilio, aunque es muy satanizado por muchos, creo que ha sido muy perseverante, solidario y luchador. Quizás
demasiado benevolente, porque los luchadores verdaderos han dejado
atrás protagonismos y se han convertido en caja de resonacia de
opositores y proyectos a los cuales han brindado absoluto apoyo.
El exilio cubano -el verdadero- merece respeto, está lleno de víctimas
que no claman por ellos, sino por los de la otra orilla. A veces escucho
críticas que no son justas, pero los cubanos somos así, pasionales…
En lo personal, como exiliada, he tenido la oportunidad de enfatizar más aun mi lucha, que no quedó atrás luego de 16 años de prisión,
y me siento satisfecha de haber podido compartir mis vivencias en foros
internacionales -tú has estado conmigo- y sabes el valor que tiene una
denuncia de un testimonio vivo. Al principio fue difícil romper el hielo
internacional, pero como bien sabes se ha logrado mucho en ese campo.
Yo he sido una gota más en horadar la piedra. Y con eso, en lo personal,
me basta.
ZV: -Cary, tú eres un ejemplo para muchos cubanos del exilio. Dentro de Cuba también te conocen algunas personas. ¿A quién recuerdas, del exilio, que haya sido ejemplar para tí, de entre los viejos luchadores, que ya no están con nosotros? ¿Y a quién consideras hoy una fuerza imprescindible dentro de Cuba en la oposición?
CR: - Dos hombres impactaron mi vida en el exilio: Tony
Cuesta, por su infinito valor y constancia en la lucha vertical a pesar
de sus impedimentos. Y Jorge Mas Canosa, por su carisma, inteligencia,
estrategia, su poder de convencimiento y convoctaria. Su pasión. Como ves ambos ya murieron y este exilio está huérfano. Dentro de Cuba espero que surja el imponderable que catapulte a un hombre o mujer hacia el liderazgo en el momento preciso. Sólo eso. Y que tenga las mejores intenciones y que se termine esta noche terrible.
Cary
Roque junto al Congresista cubanoamericano David Rivera y varios
colegas periodistas recibiendo un reconocimiento por su carrera
ZV: -Esta una pregunta delicada, pero debemos abordar este tipo de
tema, ya es hora de hablar a cara descubierta de nuestros problemas. Se
rumorea cada vez más, que hay personas en Cuba que se meten a opositoras
para poder irse de Cuba. Yo no puedo pensar esto de Darsi
Ferrer y de su mujer, por ejemplo. Darsi Ferrer y su esposa llevan años
haciendo labores tremendas dentro de Cuba, con el pueblo, así como
Caridad Caballero. Es más, no es justo pensar así de ellos cuando no
queda otra alternativa que la cárcel o el exilio, ellos pasaron por la
cárcel, aunque sea brevemente… He oído que los próximos en salir son
Sara Marta Fonseca Quevedo, lo que no me ha sido confirmado, y
que la otra sería Berta Soler, ¿cómo explicar esto, por qué se hacen
estos cambios sin avisar al exilio, sin conferencias de prensa? ¿Por qué
razón crees que el régimen reprima a algunos grupos por nada, y a otros
les deje hacer de manera bastante abierta reuniones, publicaciones,
festivales de cine, programas televisivos de alto costo?
CR: -El objetivo de Raúl Castro, con la ayuda del alto clero cubano
es salir de opositores conflictivos, que en su momento representaron con
sus estrategia de confrontación un peligro para ese estado
semi-tranquilo, que ellos quieren que exista, y que muchos que aparentan
ser opositores, guardan muy bien. De ahí que que no sea de extrañar que
se vean determinados a abandonar el país. Cuba es una isla, no tiene
fronteras que cruzar, y esconderte y regresar. Ellos manejan muy bien la
represión silenciosa. Ademas siembran las dudas, con sus conductas, al
arrestar a unos y no hacerlos con otros. La duda socava y merma fuerzas,
mi amiga Zoé. Yo no los critico -a los que se van- porque yo también me
tuve ir, porque en Cuba solo te dan dos caminos: el destierro o la
cárcel nuevamente. Por eso, como la rutina agobia debemos buscar
una nueva estrategia más proactiva, no sé, yo no soy líder ni en mi
casa, donde manda la gata. Pero en mi humilde opinión, lo primero que
tenemos que hacer es identificar nuestros objetivos muy claramente,
desprendernos del patrocinaje de Washignton, que nunca ha sido claro con
la lucha cubana y elaborar un proyecto nacional entre todos los que en
verdad queremos libertad para Cuba.
ZV: -Supongamos que se cae el régimen de ahora para luego, conociendo
que este tipo de régímenes dejan secuelas importantes en la población y
un país destruído, ¿volverías a Cuba de manera permanente?
CR: - Mira, Zoé, si el régimen cae mañana, y no se implementan los
recursos necesarios que brinden la seguridad para ejercer libremente
partidos no manejados, libertades en el orden social, económico y
político, y un estado de derecho pleno, sería un suicidio
regresar a un país bajo una caricatura de gobierno, manejado por la
mafia preconcebida por los viejos jerarcas en el poder. En eso hay que ser muy cuidadoso y dejar la pasión atras. Al menos así lo siento yo.
ZV: -¿Crees que será fácil restaurar la democracia en la isla? Los disidentes no se han constituído en partidos políticos… No se ha avanzado en ese sentido tampoco.
CR: - Cuba se restaura económicamente en menos de cinco años, diría yo. Pero
el carácter del cubano, lo que ha aprendido a guardar en su interior,
esa doble moral, que elevan como salvoconducto, esa demora en
recuperarse, socialmente hablando, restaurar lo dañado espiritual y
moralmente demorá mucho, mucho. Pero yo confío en que lo lograremos, el
cubano no es malo, no es el villano que muchos creen ver, a pesar de que lo aparentan.
La democracia es una gran casa donde caben todos los que se
liberan de miedos y exponen sus verdades, donde se respete tu opinión
aunque no coincida con la mía, y donde se le cierre la puerta a los
caudillos. Quizás no me toque el placer de verla, pero donde quiera que esté la aplaudiré y gozaré con ella.
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PROHIBIDO OLVIDAR
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