Wednesday, April 21, 2010

La Muerte y Yo

Desde Centro de Derechos Humanos, Cuba
Por Jorge Gutiérrez Izaguirre
Asociación de Veteranos de Brigada de Asalto 2506

17 de Abril del 2010

Jorge Gutiérrez Izaguirre/Foto: Marc Masferrer

Este relato es uno más de los incontables que han jalonado nuestra lucha a lo largo de 51 años y no es, ni con mucho, uno de los más impactantes entre ellos. La importancia de rendir estos testimonios radica en lo necesario que resulta el dar a conocer al mundo y sobre todo a las futuras generaciones, todo el heroísmo y sacrificios de los hombres que ofrendaron todo en aras de la libertad de nuestra Patria. 
Igualmente, y no menos importante, es nuestra contribución a que la llama de nuestros anhelos y nuestra lucha permanezca encendida hasta que la meta sea alcanzada.

Tuve el honor de integrar el grupo de 64 hombres fundadores de lo que posteriormente sería la Brigada 2506 cuando a partir del 18 de Mayo de 1960 se nos reunió en una isla llamada Useppa frente a las costas de Fort Myers para un proceso de evaluación, selección y entrenamiento. La numeración que se nos asigno comenzó con el 2501;  yo fui el 2519 y nuestro primer mártir Carlos Rodríguez Santana "Carlay" tuvo el 2506.

El 5 de Julio de 1960 fuimos los primeros en llegar a la Finca Helvetia en las montañas de Guatemala, y a finales de ese propio mes, comenzaron a llegar los distintos grupos de hombres reclutados en Miami y otros lugares y que irían engrosando nuestra gloriosa Brigada.

En el mes de Noviembre se produce un cambio en los planes y la estructura existente y se crean los Teams de Infiltración y la Fuerza de Choque que habría de desembarcar el 17 de Abril. Habiendo sido seleccionado para integrar los grupos de Infiltración fuimos trasladados en Diciembre para una base norteamericana ubicada en la Zona del Canal en Panamá donde prosiguió un entrenamiento especializado en explosivos, comunicaciones y tiro.

En Enero de 1961 soy trasladado, junto a otros 11 compañeros todos especializados en radio-telegrafía y criptografía, para una base americana secreta en Virginia y llevado, pocas semanas después, para Miami y a una finca en Homestead donde nos concentraron a varios miembros de Infiltración ya listos para partir en nuestras misiones a Cuba.

Nuestro Team lo integraban Jorge Rojas Castellanos (quien fuera fusilado posteriormente en los fosos de La Cabaña en Septiembre de 1961) como Jefe, yo como radio-operador y segundo al mando, José "Pepe" Regalado, Abel Pérez Martin y Jorge Recarey.

Jorge Rojas Castellanos

Nuestra misión era la de incorporarnos a unos grupos guerrilleros del MRR que se encontraban operando en la zona sur de Matanzas para contribuir a su entrenamiento, organización, suministro de armas y equipos por vía aérea y terrestre y comunicación telegráfica con la Base.

A partir de Enero, y siempre partiendo de Key West, en 2 lanchas de alrededor de 30 pies con dos motores fuera de borda, hicimos 4 intentos de desembarco no habiendo resultado exitoso el primero al no poder localizar en la costa al Team de recepción. En un segundo viaje, y a medio camino hacia Cuba,
todos los que íbamos en una de las lanchas fuimos perdiendo el conocimiento por intoxicación con monóxido de carbono que era introducido en la lancha por un bote que llevábamos amarrado en la popa. La lancha que nos seguía se percato de que la nuestra estaba fuera de control y, al acercarse y ver lo que ocurría empezaron a gritar provocando que uno de nosotros reaccionara y apagara el motor. Nos abordaron y regresamos al punto de partida, siendo yo uno de los más afectados por la inhalación del monóxido ya que me había acostado en el camarote de proa sobre los equipos que llevábamos y donde hubo una mayor concentración del fatídico gas.

Alrededor del 10de Febrero partimos en un tercer viaje y logramos contactar al team de recepción pero habiendo bajado Jorge Rojas junto a Rolando "Musculito" Martínez y regresando a la lancha para que bajáramos el resto del team, su bote zozobro sin que nosotros supiéramos que estaba ocurriendo. Tras esperar mucho más del tiempo prudencial di la orden de regresar.

Finalmente, en la madrugada del 14 de Febrero de 1961, y con un mar tremendamente encrespado debido a un Noreste muy violento, logramos desembarcar en un punto cercano a Canasi y al que se le llamo Punto Fundora por donde, en meses posteriores, entraron y salieron numerosos combatientes y equipos. Fuimos el primer Team de Infiltración de la Brigada en penetrar clandestinamente en Cuba.
Trasladados hacia distintas casas de seguridad en La Habana donde recibimos nuevas instrucciones y establecimos contacto con La Base partimos pocos días después hacia Matanzas para incorporarnos a la guerrilla. Saliendo de Matanzas por la carretera Central, y debido a una fuerte lluvia, nuestro carro patino y caímos a la cuneta de lado pero sin que sufriéramos algún daño físico. Un carro paro para ver si había algún herido y aprovechamos para, con una excusa, pedirle si podía llevarnos hasta el pueblo de Colon. Nuestro chofer se quedo con el carro volcado y el resto (con nuestro equipo de radio clandestino, las claves secretas y algo de explosivos y pistolas) partimos hacia Colon con el buen samaritano que nos auxilio.

Ya en la guerrilla (éramos 29 hombres), en la mañana del Domingo 19 de Marzo de 1961 fuimos sorprendidos y rodeados por 1500 efectivos del ejército castrista quienes dan muerte a nuestro compañero Osvaldo Oliva quien fuera la posta que nos alerto. Se establece un desigual combate. El primer grupo de 15 hombres en donde se encontraban el jefe de la Guerrilla Erelio Peña y Jorge Rojas. logra romper todos los cercos y evadir la captura. Integrante del segundo grupo, tras romper varios cercos y atravesando un descampado topamos con un numeroso grupo de soldados y, en el intercambio de fuego, una ráfaga de fusil FAL mata instantáneamente a los dos compañeros que iban a mi lado. Reynerio Hernández, Raúl Figueroa y yo caigo herido por una bala que me entra por la paleta, atraviesa el pulmón derecho y sale por mi pecho rompiendo el esternón;  trato de incorporarme en busca de una granada que llevaba en la mano cuando el oficial que había producido la ráfaga se para a unos 30 metros, me apunta con el FAL y me grita..." HP...Te voy a rematar"... ¡aprieta el gatillo y el fusil se le había encasquillado!  Traen junto a mí a un compañero guerrillero que habían capturado mas al ante (Enrique Revoredo) quien me está atendiendo cuando un soldado empieza a ofenderme diciéndome esbirro y, al yo contestarle que los esbirros eran ellos, despliega la bayoneta de su fusil R2 y parte hacia mí para clavármela. Revoredo se interpone y le grita a un oficial que lo van a tener que matar a él como testigo; el oficial contiene al soldado y este, furioso, le asesta a mi amigo un fuerte culatazo en la clavícula.

Tras cerca de 3 horas (yo nunca perdí el conocimiento) llega un camión, me lanzan arriba de el como un fardo y me llevan al pueblo de Manguito donde un medico sube, me inyectan una morfina y me montan en una ambulancia hacia el Hospital de Colon donde soy intervenido quirúrgicamente por el Director del mismo el Dr. Pedro Lantigua quien, a pesar de su fuerte militancia comunista, antepuso el juramento Hipocrático a todo lo demás. Con posterioridad a la operación me pusieron en un cuarto aparte con 2 escoltas de la Seguridad sentados junto a mi; comenzaron a ofenderme y, al contestarle yo, me cerraron el oxigeno. Una enfermera que pasaba se percato de lo que estaba ocurriendo y fue a buscar al Dr. Lantigua quien me abrió de nuevo el oxigeno e increpo fuertemente a los dos esbirros.

Seis días después, el sábado 25 me trasladan, con gran despliegue de seguridad, para el Hospital Militar de Matanzas donde me encontraba cuando ocurre el desembarco de la Brigada. Ellos solo supieron mi verdadera historia como miembro de la Brigada, ¡Diez años después!

El Domingo 23 de Abril de 1961 me sacan de la cama con la herida del pecho abierta debido a una infección (aunque vendada), descalzo, en piyamas y con una barba bien crecida, me montan en un carro del G2 y me llevan a juicio en la Audiencia de Matanzas con la petición fiscal de pena de muerte por fusilamiento, y soy condenado a ella.

Posteriormente supe que, antes del juicio, el fiscal militar Tte. Everildo Domínguez (con una larga lista de patriotas fusilados en su haber) le comunico al Abogado de Oficio que me iba a defender que ya estaba todo dispuesto sin remedio y que se me iba a fusilar a las 9:00 PM en el Campo de tiro de Limonar.

A las 8:00 PM llego una orden de Castro de la Habana aguantando momentáneamente los fusilamientos en toda Cuba. Esto se debió a que muchos países que aun tenían relaciones con Cuba comenzaron a interceder ante el temor de que comenzaran a fusilar a los combatientes de la Brigada.

Trasladado a la Prisión de San Severino permanecí esperando mi fusilamiento por 8 meses hasta que el 12 de Diciembre (día de la Virgen de Guadalupe) se me conmuto la pena por la de 30 años de trabajos forzados.

En Enero de 1962 fui trasladado a la Prisión de Isla de Pinos. Una nueva etapa de 18 años recorriendo las prisiones de Cuba comenzaba para mí.

Decididamente la señora de la Guadaña...que tantas veces me rondo... ¡no quiso llevarme con ella!


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