Wednesday, July 7, 2010

LA POLITICA Y LA LECHE DERRAMADA

Las expectativas antes del Mundial de Fútbol de Sudáfrica eran inmensas y muchos gobiernos trataron de capitalizar esas esperanzas, desviándolas hacia el lado político

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Lo de la “leche derramada" de Lula

Por Angélica Mora

DIARIO DE AMERICA

7/7/2010

Es lógico que los gobiernos de los países que toman parte en una justa deportiva estén ansiosos que sus nacionales ganen los campeonatos y regresen victoriosos a casa. Sucede en todos los deportes y el patriotismo se muestra en diferentes gamas durante estos eventos, que tratan de mostrar al resto del mundo que su nación, en particular, es la mejor y la que merece ganar.

Las expectativas antes del Mundial de Fútbol de Sudáfrica eran inmensas y muchos gobiernos trataron de capitalizar esas esperanzas, desviándolas hacia el lado político.

Los regímenes que conforman el Eje Cuba-Venezuela y sus satélites, hicieron declaraciones políticas antes de los partidos usando el fanatismo del público para avanzar en sus adoctrinamientos políticos, sin tomar en cuenta que sus favoritos podrían perder los partidos y ser eliminados.

La temprana vuelta a casa de Estados Unidos sirvió de enorme regocijo para los gobiernos de ese Eje, que siempre han odiado al país del Norte y han buscado pretextos para humillarlo. Pero no pensaron que sus equipos, escogidos por simpatía ideológica, podrían correr igual suerte.

Ahora un silencio espeso cubre el tema, desde Miraflores hasta el Palacio de la Revolución.
En Argentina, si los nacionales ganaban, los Kirchner con la presidenta Cristina Fernández a la cabeza, hubieran sacado provecho inmediato de la situación en sus propios beneficios para atornillarse aún más en el poder. Maradona y su servilismo hacia Cuba habrían subrayado la causa e imagen de Fidel Castro, en cuyas tierras sirvió el Che, que el entrenador tiene tatuado en el brazo derecho.

El que ha roto el silencio y ha lamentado públicamente la derrota de la selección brasileña ha sido Luiz Inácio Lula da Silva, que habría también sacado enorme provecho publicitario para su candidata oficialista, Dilma Rousseff, en las elecciones de octubre, y a quien él quiere que lo reemplace en el Poder.
El mandatario llamó al pueblo a levantar cabeza, tras la eliminación de la selección en el Mundial de Sudáfrica y en cambio comenzar a pensar en el torneo de 2014 que será en casa.

"No hay que llorar sobre la leche derramada", dijo tratando de poner su mejor cara en una situación de desilusión que sólo hace algunas semanas era de euforia y esperanza.
Lula había hecho coincidir una gira que lleva a cabo en estos momentos por seis países africanos, para desembocar en Sudáfrica donde participará el 11 de julio en las ceremonias de clausura del torneo y la transferencia de la organización del próximo mundial a su país, que se efectuará en el 2014.
Sus esperanzas eran acompañar a la selección y llevar juntos el trofeo a Brasil.

El ejemplo de la Alemania de Hitler quien obligó a sus deportistas a ejecutar el saludo nazi durante los Juegos Olímpicos de Berlin 1936, son un triste precedente a este mal uso de las justas deportivas en provecho político.
Los Juegos ya se habían planeado antes de que el Nazismo se instalara en el poder alemán, pero para Hitler fue una perfecta oportunidad para demostrarle al mundo los “logros” de su régimen de genocidio y la “belleza” de la raza aria. También fue el perfecto escenario para que su ministro de difusión, Joseph Goebbels, montara una propaganda que no dejara dudas de la superioridad alemana.

Habiendo rechazado una propuesta de boicot contra los Juegos Olímpicos de 1936, los Estados Unidos y otros países occidentales perdieron la oportunidad de oponerse al régimen nazi, en lo que podría haber sido una acción que frenara el avance de Hitler a través de un rechazo internacional anterior a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

El equipo deportivo de Alemania fue exhortado a un entrenamiento que dudosamente respondía al carácter amateur olímpico. La estrella del grupo era Lutz Lang, competidor de salto en alto que representaba el físico ideal de la raza aria (atlético, cabello rubio, ojos azules).
Pero el atleta más talentoso del mundo era el afroamericano estadounidense Jesse Owens, y, como tal, “inferior” según las concepciones nazis. Cuando obtuvo la medalla de oro en la carrera de los 100m, Hitler se negó a entregársela y se dice que murmuró que los americanos deberían tener vergüenza de sí mismos al dejar competir a un “negro” por ellos.

Sin embargo, la idea original de Hitler era ocultar, en todo lo posible, el terror de su régimen hacia el mundo.
Durante los Juegos Olímpicos se diezmó la propaganda antisemita y se enfatizó el orden en la organización de los eventos. Era de vital importancia demostrar la disciplina y obediencia que los alemanes tenían por su Kaiser, y todo fue llevado a cabo con una precisión irreprochable. A lo largo del mundo los periodistas alababan la organización y la naturaleza de los alemanes. El enorme Estadio Olímpico se terminó a tiempo y pronto se llenó de 100.000 espectadores que aplaudían y vitoreaban el gobierno nazi.
Frente a este Estadio existen unas estructuras, que cuando yo visité el lugar pregunté para que servían y me enteré que Hitler las había hecho construir para colocar allí unas jaulas, donde pensaba colocar a los Jefe de Estado y otros importantes estadistas que se le habían opuesto durante la Segunda Guerra Mundial.

El gobierno chino tambien usó, pero en muchísima menor escala, los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 para idealizar la nación frente al mundo y montar su propia ´propaganda.

El frío jarro de agua de la experiencia de este Mundial de Fútbol debería enseñarles a los jefes de estado, en general, que deben unirse sanamente en la celebración de las fiestas deportivas, pero no mezclarlas con la política, porque como en el caso de Sudáfrica, puede llegar un momento de "llorar sobre la leche derramada", pese a las palabras de consuelo de uno de los afectados.

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