Un gran Hombre
Un Gran Amigo
Un Patriota
El Mejor Martiano
Que quede esto para La historia:
NUESTRA GUERRA
Por Osvaldo Raya
La lucha por la libertad de Cuba es una guerra. No valen los eufemismos. Es una guerra. Pero una que empieza desde arriba, a nivel del espíritu, directamente guiados por Dios. Del mismísimo Cielo ya viene bajando un alud ígneo y justiciero que definitivamente acabará por incinerar los pies del tirano y las bases de su tiranía. El odio del guerrero entonces no es odio suyo sino de su enemigo. Es acaso reacción ‒o reflejo‒ de aquel odio originario tan provocador e infame; o es amor ‒y sólo amor‒ que se defiende con todos los hierros para que nadie venga a destronarlo. Nuestro odio es sagrado y está avalado solidariamente por las huestes celestiales. Nuestra espada flamígera ya ha sido bendecida por el Arcángel Miguel. Y digo que si hay huestes en el cielo para defender lo divino, tiene que haberlas en la tierra para defender la divinidad de los cubanos, su libertad y su derecho a ser mejores.
Lo de nosotros deberá ser un amor rabioso o un odio celestial. Y hemos de ser como esa leona que cuida a sus cachorros y de velar y batallar por el futuro de los nuestros, nuestros niños y jóvenes. Será amor rabioso porque sin rabia ‒y sin pasiones‒ no hay batalla, no hay respeto de los que no entienden ningún lenguaje de concordia.
Mostraremos, pues, la garra para que nos respeten y no nos acomplejemos de ella ni nos dejemos arrastrar por los temores de lo que ahora la nueva filosofía izquierdista ha dado en llamar lo políticamente incorrecto. Quien critique nuestra emotividad, nuestro odio al odio ‒que es amor‒, quien trate de descalificarnos y pretenda que nos avergoncemos de la sacralidad de nuestro dolor y nuestra rabia y nos invite a un borrón y cuenta nueva y a tener posturaslight o postmodernas no está sino tratando de desmontar nuestro discurso y, por tanto, esta intentando desarticular el vigor y la fuerza con la que todo guerrero debe contar, si es que quiere de veras salir vencedor en esta guerra. Porque es guerra ‒y no otra cosa‒ la lucha contra el tirano que pisotea la dignidad de Cuba y, siendo asi, cada cubano está en el deber de ser un guerrero.
¡Cubanos, estamos en guerra y no debemos bajar la guardia! ¡El año 2010 podría ser el Año de la Victoria!
Sin haberlo conocido físicamente, será imposible olvidarlo.
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