Por Isis Wirth.
En la sinagoga Shalom de La Habana, ayer domingo 5 de diciembre. Y su discurso fue transmitido por la televisiòn nacional.
Lo leo en Diario de Cuba, y claro, en Granma.
Qué diràn ahora los compañeros palestinos y àrabes, todavìa residentes en la isla, y allende ésta?
La “operaciòn de seducciòn” montada por su hermano Fidel con el periodista norteamericano Jeffrey Goldberg se revela como no gratuita, o al menos coordinada, ya que incluso el hermano menor retoma al ex-gobernante cubano, con la insistencia en elogiar la “historia heroica” del pueblo hebreo, su “fabulosa historia”.
No fue pues una “metida de pata” del viejo loco del hermano mayor cuando le declarò su “amor” al pueblo de Israel y amonestò fuertemente a Ahmadinejad por su antisemitismo. Entonces parecìa que quién asistirìa en breve a la sinagoga en La Habana serìa Fidel, et voilà, resultò ser Raùl.
Màs aùn, en el colmo del descaro y el oportunismo barato, señalò Raùl en su discurso la coincidencia de la fiesta de Hanukkah ese domingo con el aniversario 54. de un suceso, desde luego, “heroico”, tras el desembarco del yate Granma.
Si tanto el primer ministro israelì, Bibi Netanyahu, como el presidente Shimon Peres, le agradecieron calurosamente a Fidel Castro por su “apoyo” y su” comprensiòn de la historia”, esperemos que ahora no hagan lo mismo con Raùl.
A observar, sin embargo, la diferencia respecto al pùblico al cual se dirigen. El hermano mayor, se dirigiò al “mundo”, que es su “especialidad”, en tanto el menor se ha dirigido a los judìos cubanos, al “pùblico nacional”.
Pero ni una palabra por parte del presidente cubano sobre el contratista judìo-americano Alan Gross, detenido en la isla, y sobre el cual recientemente la presidenta de la comunidad judìa, Adela Dworin, declarò “no tener nada que ver”.
Lamentable, porque Gross fue a Cuba a ayudar a esa comunidad.
Que trae a colaciòn ya The Jerusalem Post, “Raùl Castro celebra Hanukkah con los judìos cubanos”.
Lo leo en Diario de Cuba, y claro, en Granma.
Qué diràn ahora los compañeros palestinos y àrabes, todavìa residentes en la isla, y allende ésta?
La “operaciòn de seducciòn” montada por su hermano Fidel con el periodista norteamericano Jeffrey Goldberg se revela como no gratuita, o al menos coordinada, ya que incluso el hermano menor retoma al ex-gobernante cubano, con la insistencia en elogiar la “historia heroica” del pueblo hebreo, su “fabulosa historia”.
No fue pues una “metida de pata” del viejo loco del hermano mayor cuando le declarò su “amor” al pueblo de Israel y amonestò fuertemente a Ahmadinejad por su antisemitismo. Entonces parecìa que quién asistirìa en breve a la sinagoga en La Habana serìa Fidel, et voilà, resultò ser Raùl.
Màs aùn, en el colmo del descaro y el oportunismo barato, señalò Raùl en su discurso la coincidencia de la fiesta de Hanukkah ese domingo con el aniversario 54. de un suceso, desde luego, “heroico”, tras el desembarco del yate Granma.
Si tanto el primer ministro israelì, Bibi Netanyahu, como el presidente Shimon Peres, le agradecieron calurosamente a Fidel Castro por su “apoyo” y su” comprensiòn de la historia”, esperemos que ahora no hagan lo mismo con Raùl.
A observar, sin embargo, la diferencia respecto al pùblico al cual se dirigen. El hermano mayor, se dirigiò al “mundo”, que es su “especialidad”, en tanto el menor se ha dirigido a los judìos cubanos, al “pùblico nacional”.
Pero ni una palabra por parte del presidente cubano sobre el contratista judìo-americano Alan Gross, detenido en la isla, y sobre el cual recientemente la presidenta de la comunidad judìa, Adela Dworin, declarò “no tener nada que ver”.
Lamentable, porque Gross fue a Cuba a ayudar a esa comunidad.
Que trae a colaciòn ya The Jerusalem Post, “Raùl Castro celebra Hanukkah con los judìos cubanos”.
“Cuban President Raul Castro celebrated Hanukka on Sunday with Cuba’s tiny Jewish community, a heavily symbolic act at a time when his government is holding a Jewish-American subcontractor on suspicion of spying.
Neither Castro nor those assembled at Havana’s Shalom synagogue mentioned the name Alan Gross during the gathering, which was broadcast on the state-television newscast Sunday evening. But Gross’s one-year detention without charge was the elephant in the room.”
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Para ampliar noticia:
Secretos de Cuba
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