Cuando en un país se permite el abuso físico contra ciudadanos indefensos, y más aún si esos ciudadanos son mujeres, sólo vienen a la mente dos calificativos: ¡pendejos y criminales! Eso son los comunistas y chivatos en Cuba. ¡Cobardes y mezquinos!. Hijos de puta, animales amaestrados, mafiosos en el poder.
Acabo de leer la noticia en el blog de Iliana Curra.
¨El opositor Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, ha denunciado que la opositora Sarah Marta Fonseca ha sido golpeada, arrastrada y arrestada junto a su esposo e hijos, luego de poner un cartel en la entrada de su casa que decía: ¡Abajo el Congreso del Partido! En momentos en que la dictadura juega con frases ambiguas y absurdas en un llamado congreso del único partido en la isla, la libertad de expresión es aplastada por la brutalidad de un régimen que no cesa de violar los derechos humanos contra aquellos que no se someten. Este es el resultado de un congreso sin acabar, pero que de nada sirve, ni ha servido jamás. Sarah Martha Fonseca ha sido víctima de múltiples actos violentos contra ella y su familia en su vivienda por mantener una posición vertical frente a la tiranía castrista. Según Antúnez, fueron arrastrados y pateados de manera brutal y en estos momentos se desconoce el paradero de estos valientes opositores.
Publicado por Iliana Curra en lunes, abril 18, 2011
¡Abajo el Congreso del Partido! ¡Estas mujeres llevan en si la dignidad que le falta a los que agreden y a los que se callan y lo permiten!¡Maricas y cobardes hacen bulla y golpean a las damas de Blanco! Quienes no se han tomado el trabajo de ver los videos en los que ellas protestan y salen a las calles y se enfrentan a las turbas fascistas de Castro, háganlo y luego díganme si no les tiembla la conciencia!¡Son cubanas! ¡Somos cubanos!
Lo cierto es que nunca los cambios democráticos han sido encabezados por grandes grupos de hombres, sino por pocos hombres y mujeres que como dijera Martí, ¨llevan en sí el decoro de muchos hombres¨- Sólo al final, cuando ya esté vencido el dictador, se suman a las muchedumbres.
¡Patético y vergonzoso para mí como cubana, que esto suceda aún en mi país por mandato de un macho y sus turbas criminales!
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