Monday, June 28, 2010

Hugo Cancio: persona no grata


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Opinión/ Debate visto en La Habana
Cubamatinal/  En una ocasión, en que fueron agredidos sus versos, El poeta del alma andaluza, contestó: Los hombres de cabeza mediana,  arremeten contra todo lo que no les cabe en la cabeza.

Por Sinue Escolarte
La Habana, 26 de junio/ Existen personas con espíritu enano que tienen preferencia por el indecoro. Se caracterizan por producir desprecio en los que lo observan. Esconden detrás de su intriga, el perverso sentimiento de la especie moral a la que pertenecen. Algunos, viven dotados de una elocuencia atrevida que les facilita disimular con frases y ejemplos confusos, aislados, atípicos, el escaso arsenal de ideas que poseen para defender lo que les resulta conveniente, con una estrecha pero profunda mirada del mundo exterior, zona preferida de donde obtienen sus beneficios individuales. Discrepan con saña irracional, discuten en la ironía y la mentira difícil, bloqueadoras del yo interior que les reprocharía su pérfida conducta, siempre sumergida entre las sombras. El miedo a los conceptos claros, lo ocultan tras la máscara de las indefiniciones cívicas.
En este grupo está incluido Hugo Cancio. Su falta de franqueza, su posición radical, absoluta, usando un lenguaje extra verbal vulgar, lo convierten de fácil adversario, en enemigo peligroso, posición frontal ideal para los que defienden lo absurdo por conveniencia y ventajas. Sin convicción.
En su cobardía congénita, el señor Cancio aprovechó el marco público durante el último programa “a mano limpia” para acorralado entre indecisiones y  soberbias, provocar al analista, en un plano donde la respuesta merecida haría descender la imagen del que la pronuncia y de no darla, le garantiza tener la razón. Aprovecha la democracia sin límites que existe en los Estados Unidos para como siempre desde la oscuridad, servir de neutralizador de los errores y crueldades cometidas por la autocracia cubana. Se defiende con bajezas, antepone preguntas sobre la pregunta, mezcla el silencio distraído, coloca la mirada vaga, despectiva, desvía los conceptos, utiliza evasivas iracundas que ponen en peligro la tranquilidad y buena marcha del espacio televisivo, dando muestra de su incapacidad para el debate útil.
Faltó el respeto a Enrique Paterson - molesto con razón- subvalorando, haciendo juicios superficiales de su labor de esclarecedor de hechos políticos y sociales a quien ha dado sobradas muestras de inteligencia y profundos conocimientos. No es nada raro, Cancio ha sido su víctima en varias oportunidades. Lo insinuó hipócrita porque no oculta que escucha a Silvio Rodríguez en su casa, reconociendo su valor artístico, pero negado a apoyar con su presencia en el concierto, a quien le dedica con desfachatez inmunda, después de asegurar que no vino en funciones políticas, La canción del elegido, a los cinco espías condenados, de los catorce que componían la “Red Avispa” y, no pronuncia ni una frase que reconozca al mártir Orlando Zapata o al moribundo Guillermo Fariñas.
Al considerar sin ninguna explicación, injustas las condenas a los espías, ofendió las memorias y a los familiares de los cuatro jóvenes asesinados por el régimen cubano, al derribar la avioneta de hermanos al rescate en que viajaban, acción en la que tuvieron definitiva culpabilidad.
Puso en dudas al Poder Judicial hasta el Tribunal Supremo, con su criterio acerca de la inadecuada sentencia…
Agredió con insidia y mala intención, la labor del conductor del programa, el periodista Oscar Haza, quien le dio la oportunidad de expresarse.
Subestimó la inteligencia social, intentando sutilezas que lo ratifican como un intrigante, que quiere dejar sembrada la duda en el reconocimiento de la verdad.
Mostró su ceguera política, cuando desprecia el análisis, principal objetivo del debate, proponiendo buscar soluciones en los asuntos cubanos, a quienes no les corresponde, con el fin de diluir el dialogo, incomodo para sus conocimientos.
Las pocas veces que acepta estar de acuerdo lo hace sobre cuestiones demostradas, siendo su carácter confrontacional, típico del orientado por la dirigencia cubana.
Habría que valorar el costo político y social de sus presentaciones en la televisión teniendo en cuenta que busca promoción personal y es un porta voz del régimen castrista. Habría que ver si es suficientemente ventajosa la ridícula imagen que proyecta, con el discurso vacío que pronuncia, a costa del repugnante sacrificio de soportar su presencia.
Lo que pienso que bien se ha ganado si no fuera tan insignificante, es la candidatura a ser nominado por el pueblo, como persona no grata en Los Estados Unidos.


Cortesía de Angélica Mora
Apuntes de una Periodista

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