Arnaldo Socorro Sánchez
Por Julio EstorinoArnaldo Socorro nacido en Unión de Reyes, provincia de Matanzas, el 20 de mayo de 1944, hijo de Gregorio Socorro y de Carlota Sánchez, siendo el menor de cinco hermanos. Era la suya una familia pobre, honrada y trabajadora que, cuando el tenia 14 años de edad, se trasladó a La Habana en busca de mejores horizontes.
Era rubio, apuesto y de mirada honda y clara. Sus primeros estudios los realizo en el Centro Escolar "Felipe Poey" de su pueblo natal. En la capital estudió, gracias a una beca en el Colegla de Belén y se hizo miembro de la Juventud Obrera Católica. Arnaldo vivía la hermosa fe de los humildes.
Desde el arribo al poder del régimen revolucionario encabezado por Fidel Castro, surgieron serias dificultades para la Iglesia en Cuba que, prontamente, comenzó a denunciar por boca de sus obispos los avances del comunismo en las filas del gobierno. A principios de 1961 ya la Iglesia sufría un cruel hostigamiento que bien puede ser calificado como persecusión.
Para el 10 de septiembre de ese año había sido convocada una procesión con la imagen de la Santísima Virgen Marla, Patrona de Cuba bajo la advocación de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, que partiría desde la iglesia de La Caridad, situada en la esquina de las calles Salud y Manrique, en La Habana, bajo la dirección de quien era entonces Obispo Auxillar de la Arquidiócesis capitalina, Monseñor Eduardo Boza Masvidal, un pastor querido y respetado, que se destacaba como uno de los más valientes críticos del régimen.
Arnaldo fué hasta la iglesia para participar de lo que se consideraba, en aquellas circunstancias, una manifestación pública en la cual, a su matiz fundamentalmente religioso, se sumaban inevitablemente los sentimientos patrióticos de los participantes.
Al llegar al lugar, Arnaldo se enteró de que el gobierno había retirado el permiso anteriormente concedido y que, por lo tanto, estaba prohibida la procesión, pero, al igual que miles de personas allí congregadas, se quedó frente al templo, reclamando el derecho a la libertad religiosa que ya se le conculcaba a los cubanos. El valiente muchacho se hizo de un cuadro con la imagen de la Virgen y se puso al frente de la multitud que comenzó a seguirle, dando vivas a Cristo Rey, a la Virgen y a la libertad.
Un miliciano miembro de las fuerzas paramilitares del gobierno vestido de uniforme, descargó su metralleta contra Arnaldo, para impedir la manifestación y este cayó al suelo, manando abundante sangre. Arnaldo murió, a los 17 años de edad, proclamando la Fé y arropado por la imagen de la Virgen Santísima. Al crímen, se sumaron la mentira y el ultraje. Con todos los medios de prensa en su poder, el gobierno afirmó que Arnaldo Socorro era un jóven revolucionario que había ido allí para impedir el acto de los "esbirros con sotana" y que había sido asesinado por el sacerdote Agnello Blanco, disparándole desde la iglesia. Amenazaron a la familia y lo enterraron como un "combatiente caído en acción" arreciando entonces su campaña contra la Iglesia.
Al aproximarnos al 38 aniversario de estos hechos, queremos rendir este tributo de gratitud y desagravio a la memoria de aquel humilde muchacho, Mártir de la Fe y Mártir de la Patria.
Arnaldo Socorro, ruega por nosotros!.. Ruega por Cuba!
Julio Estorino
MUNICIPIO DE UNIÓN DE REYES EN EL EXILIO
Yo estuve presenteen esa procesion. Allaomio estaba un joven de mas o menosmi edad. Lo note bien poque me parecio muy apuesto. Estuvimos esperando por un largo tiempo, hasta que al fin, ese joven le dijo a otro: "Voy a casa a sacar el cuadro que tenemos alla de la virgen y asi lo usamos para emprender la procesion. El joven se marcho, y mientras el iba a su casa, un carro lleno de milicianos con sus ametralladoras aputando a la muchedumbre, irrumpio por la multitud, creando un gran susto y mucho corre-corr entre los alli presente. En ese momento yo senti mucho miedo. Esos milicianos estaban buscando una excuss para derramar sangre. Decidi salir de alli, porque yo no era tan valiente como los demas. Luego en casa, oi la noticia de que un joven miliciano habia sido asesinado por los sacerdotes que permanecian encerrados en la iglesia. Cuando vi la foto, vi que era el mismo joven y supe inmediatamente que todo era mentira. Cuando vi en la television a la familia del joven con los milicianos, le pregunte a mi papa por que se estarian prestando a esa mentire. Mi padre me dijo: Te apuesto a que tienen otros hijos, y los amenazaron con matarlos a todos. Nunca se me ha olvidado ese dia. Mi padre me pidio que no le dijera a nadie que yo habia estado alli y sabia que todo lo que decian era mentira. Papa me dijo "acuerdfate que tu tambien tienes tres hermanos. Por favor, no digas nada que los pueda poner en peligro."
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